Recomendación: Antes de leer esta entrada pincha el video, sube el volumen y ponte a cantar a grito "pelao" para que te llegue mejor la sensación que intento transmitirte.
Hoy me he levantado temprano, he hecho un poco de limpieza (si no lo hago el domingo no limpiaría nunca...)y a media mañana, acompañada de Amaya de "La Oreja de Van Gogh" he cogido el bus para atravesar media Barcelona y plantarme en la playa a disfrutar del privilegio de vivir en esta ciudad.
De pronto era como haber dado un salto en el espacio y en el tiempo y encontrarse en cualquier lugar de veraneo en plenas vacaciones: la gente paseaba en bicicleta, jugaba al balón en la arena, se tendía al sol o caminaba por la orilla del mar sin prisa, meditando en soledad o charlando animadamente con sus acompañantes.Se respiraba tranquilidad y relax.
Yo he dado un agradable paseo canturreando con Amaya y tratando de contener mi deseo de ponerme a bailar; después, me he sentado un rato sobre la arena con la intención de leer un poco, pero no he podido apartar mis ojos del suave vaivén de las olas mientras los personajes y las historias se desmandaban en mi mente y me llenaban la cabeza de cosas que contar.
He tomado algunas notas en tanto disfrutaba de un vermut en una terraza frente al mar y me he dispuesto a atravesar de nuevo la invisible barrera que separa esas dos caras de la ciudad y volver a la "civilización", sumergirme en el tráfico y regresar a casa para preparar el trabajo de la semana (y daros un poco de envidia contándoos mi mañana de domingo, jejeje...) con las pilas cargadas y una sensación de bienestar que espero poder conservar a lo largo de la semana.
pero si hasta a mi me has recargado las pilas, y eso que estoy que con mi cuerpo no puedo, gracias por este post y por compartir esa tranquilidad y relax
ResponderEliminar¡Uy! ¡Que rápida, Arwen!
ResponderEliminarPues me alegro de que a tí también te haya animado.
Caray, Lola, ¡lo que te cunde el domingo! A mí sólo me ha dado tiempo a escribir un mail y mirar algún blog.
ResponderEliminar¡Je,je...Jésvel! A saber a que hora te habrás levantado...
ResponderEliminarA mi me han despertado mis gatos a las 8 de la mañana (es lo que tiene vivir por los tejados) y cómo ya no podía dormir y hacia un dia estupendo me he puesto en marcha.
Me alegro de verte por aquí.
Un saludo.
¿Un poco de envidia? En fin, voy a poner una pantalla nueva que los dientes me han destroado la vieja...La verdad es lo que más echo de menos en Madrid, no es lo mismo irse al retiro...alli las olas no relajan.
ResponderEliminarGenial y qué envidia
Pues no, Didac, no es lo mismo. Aunque muchos domingos he pasado yo en el Retiro y en la Casa de Campo, que tampoco está mal. Pero claro, en Madrid no hay playa (vaya, vaya...).
ResponderEliminar¡Qué suerte, es lo que mas envidio a los que vivis en Barcelona, el mar! Yo que soy gallego y vivía en Coruña....
ResponderEliminarBueno, si vuelves a verle, dale recuerdo de mis partes,dile que soy Iago, el galego surfeiro, el seguro que se acordará porque yo me suelo bañar en pelotas, jajaja
Bezos
Seguro que vuelvo a verle pronto, Thiago, y le daré recuerdos de tus partes, que, por lo que dices, se acordará...
ResponderEliminarPues ni envidia sana, ni leches, ja, ja. Alguna vez he hecho yo en Barcelona eso que dices con amigos, pasear un domingo en invierno por la playa de Arenys, leer el periódico, tomar una cervecita comtemplando el mar. La verdad es que a mí me gusta Madrid pero me encantaría tener una casa junto a la playa.
ResponderEliminarGracias de todas maneras por compartir con nosotros esa fotografía tan maravillosa hecha con tus palabras. Y definitivamente no, el Retiro está bien, pero no es lo mismo.
Saludos
¿Y que te parece Armando si te digo que eso mismo puedo hacerlo cualquier día de la semana? Terminar de trabajar y acercarme a la playa a comer o descansar un rato, en invierno y en verano. Eso no tiene precio.
ResponderEliminarYa,ya...los dientes arrastrando por el suelo, ya lo sé.
(Si es que no soy más mala porque no me entreno...jejeje).
Pues envidia, envidia... sí, lo has logrado, ¡Qué maravillosa mañana! y qué buena la música para acompañar los aeróbicos (así llamo yo a la limpieza semanal)
ResponderEliminarUn soplo de optimismo, tu post, me encantó.
Besos,
Joder que suerte, el mar, la brisa una terrazita.
ResponderEliminarNo he estado nunca en la playa a parte del verano, que no me gusta mucho por cierto, por el tema de aglomeración de gente sombrillas, y esas cosas.
Sólo una vez hace ya años, fui con mi abuelo, y mis tíos, a Caleta de Velez en Málaga, era una playa chiquita, intimista, y con muy poca gente, ahí si disfruté, del sonido del mar, de la brisa y del olor a salitre.
Eres una privilegiada, al poder hacerlo muy a menudo.
Enhorabuena
Besos
¡Ja, ja...Blanca! ¡Muy bueno eso de los aeróbicos! La verdad es que sí, sirven para hacer ejercicio y entrar en calor.
ResponderEliminarUn beso.
Halatriste, a mi cuando me gusta el mar es en invierno, en verano voy a la piscina, porque lo que me gusta es el mar, no la playa, y te aseguro que en invierno es un gustazo, aunque llueva.
ResponderEliminarUn saludo.