domingo, 14 de septiembre de 2014

Viaje a Malta (1)

Bueno, ¿por dónde empiezo? Hay mucho que contar de un país tan pequeño que ofrece tanto al visitante.

Lo primero, y quizá lo más extraordinario para mí, ha sido enfrentarme al reto de viajar sola por primera vez en mi vida. Hacía tiempo que acariciaba la idea, tenía ganas de probar la experiencia, como hace tanta gente que conozco, como mi amiga Mercè Salomó, aguerrida viajera que va y viene de Africa como quien sale a comprar al super de la esquina. O Gloria Dargallo, que realiza viajes solidarios ofreciendo sus servicios como médico allá donde la necesitan.
Vista aérea de Malta

Debo decir que la experiencia ha resultado muy enriquecedora. Me he sentido muy cómoda, y también orgullosa de mí misma, autosuficiente, decidida. Viajar sola, paradógicamente, te hace más sociable; te abres más a los demás y te comunicas con suma facilidad. He conocido a un montón de gente de todo el mundo con la que seguramente no me habría relacionado de haber ido acompañada.

Pero vamos al viaje, que es lo que interesa.

Bahar Ic Caghaq
Me alojé en casa de una familia encantadora: un matrimonio joven con una niña de dos años y un perro, Max, que es un santo. La zona, Bahar Ic Caghaq, aunque tranquila y con una playa maravillosa, está algo aislada. Por lo que yo salía por la mañana y no volvía hasta la noche, agotada y muerta de calor. Eso fue lo peor del viaje: el calor. Si os animáis a visitar Malta os aconsejo que lo hagáis a partir de Octubre. Es un país llano, sin apenas vegetación, por lo que cuando el sol aprieta (y aprieta de firme) no hay una puñetera sombra (con perdón) bajo la que cobijarse. La única solución es darse un chapuzón, como es una isla y tan pequeña hay agua por todas partes y ninguna restricción para bañarse. Otra opción es meterse en un bus, que al menos, tienen aire
Bahar Ic Caghaq
acondicionado.

Ese es otro de los handicaps de la isla: el transporte público. Algunos autobuses pasan a cada hora, y si van llenos (a tope de turistas) ni siquiera paran. Además, yo creía que los españoles eramos poco considerados a la hora de respetar las colas, pero no, allí se amontonaba (y digo bien, amontonaba) gente de todos los países del mundo. Y el último que llegaba se plantaba delante para pillar uno de los escasos asientos y no tener que viajar de pie, aprisionado entre otros viajeros, mientras el conductor no paraba de repetir: ¡go back, go back!, sinónimo de nuestro "al fondo hay sitio", cosa que en la mayoría de las ocasiones no era cierta.
Yo happy. Al fondo, el chiringuito donde desayunaba cada día
Normal, todos estábamos agotados de patear y del calor. Ya se sabe que la vida del turista es muy dura. La parte positiva es que el billete es super barato: un tiquet para 7 días, haciendo todos los viajes que quieras, cuesta 6,50€.

Y, bueno, lo dejo aquí porque ya me he enrollado mucho y no quiero cansaros.

En la próxima entrega, mi primer día en Malta: Visitando la Valleta, capital del país.

18 comentarios:

  1. Hum... esperamos el segundo capítulo... Eso del Bono-bus maltés está requetebién. ¿Tú sola? Lo que es la vida.

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  2. Cuando he empezado a leerte, sentía esa envidia sana de quien estima los viajes; pero lo del calor me ha tirado para atrás. Y es que no puedes figurarte, Lola, el calor que estamos teniendo en esta tierra. Es espantoso, de ahogo, y a estas alturas de septiembre estamos todos hartos.
    Bueno, aislándome del calor, me han dicho que Malta es un destino precioso. Seguro que has disfrutado y ya nos iremos enterando en próximos capítulos.
    Abrazos.

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  3. Lo narras con gusto, amiga. gracias por compstírnoslo.

    Abrazos

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  4. Tengo varias amigas que viajan solas y se lo pasan pipa, concretamente una se ha recorrido medio mundo, se lo ve hecho.

    Nos has dejado un poco con la miel en los labios, deseando conocer más detalles de tu viaje. Esperaremos pacientemente.

    Un abrazo.

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  5. Que razón tienes, el viajar es como salir al mundo, conocer costumbres, personas ciudades, y paisajes, cada vez que regresamos en nuestras alforjas hay mas vivencia, mas experiencia, mas vida vivida...
    Un saludo.

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  6. Calor, ¿eh? Je, je, había un refresco local que no consigo recordar cómo se llamaba... Creo que el verano que pasé allí acabé con todas las existencias.

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  7. Hola Isabel,
    pues sí, aparte del calor ha sido un viaje maravilloso. Te lo recomiendo, pero ya digo: a partir de octubre :)
    Besos

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  8. Hola Maribel,
    he descubierto otra manera de viajar, y me encanta. Creo que repetiré :)
    Besos

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  9. Llorenç,
    lo expresas de una forma maravillosa.
    Así es, viajar nos enriquece, e vida.
    Un saludo.

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  10. Hola Manneling,
    pues la única bebida local que me suena es la ambrosía, jeje.
    Y el agua, agua a todas horas.
    Saludos

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  11. Creo que has dado con la clave de lo mejor de los viajes en solitario. Que conoces mas gente lo que te ayuda a conocer mejor el lugar.
    Un abrazo

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  12. Así es, Uno,
    además de poder hacer lo que te da la gana en todo momento sin necesidad de consensuar con nadie, jeje.
    Besos

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  13. Primer de tot, moltíssimes gràcies per la menció.
    M'alegro que el teu "bateig" de viatgera hagi estat un èxit; ja saps, un cop comences és difícil aturar-se. Així que endavant!!

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  14. Ja he tornat del Txad , Lola ! Jo també he fet viatges sola i és cert que coneixes a molta més gent que si ho fas acompanyada . Tens el temps per organitzar t' el com vulguis sense haver de fer concessions a coses que igual no et venen de gust . Només trobo a faltar companyia a vegades per la nit . Allò de fer un soparet per exemple ....
    Crec que repetiràs !

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  15. Hola Mercè,
    segur que repetiré, ha sigut una gran experiencia.
    Petons.

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  16. Gloria,
    jo a la nit estava tan cansada que no trovaba a faltar res, jeje.
    De totes maneres petavan la xarrada cada nit una estona amb la gent de la casa.
    Segur que repetiré, m'encantat l'experiencia!

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