lunes, 19 de octubre de 2009
Taller de literatura (II)
Salgo del curso apabullada por la gran cantidad de información recibida en dos horas y por la tremenda energía (y conocimientos) que despliega Mercedes Abad. Y me digo con inquietud (en mitad de mi tercera novela) que "sólo sé que no sé nada". Tenía que haber hecho este curso antes de atreverme a escribir una sola línea.
Hoy el tema a tratar era el narrador y el punto de vista de la narración. Fácil ¿no? eso ya nos lo sabemos tod@s: el narrador omnisciente, la primera persona, y para de contar.
Pues no.
De momento del narrador omnisciente ya os podéis ir olvidando porque no se lleva.
¿Habíais oído hablar del narrador "cámara"? Yo no.
Pues resulta que es un narrador en 3ª persona puramente descriptivo, objetivo, que no juzga ni se implica en la historia.
En la 1ª persona están el narrador protagonista y el testigo; esos sí los conocemos.
Pero hay otro: el focalizado, que nos da un punto de vista desde el interior de alguno de los personajes. Y ha supuesto un gran alivio para mí darme cuenta de que, intuitivamente, es el que he utilizado en "Nunca fuimos a Katmandú", ¡uff! ya me veía arrancándole a Sandra Bruna mi novela de las manos para reescribirla de arriba a abajo.
Y todavía hay uno más, en 2ª persona, bastante raro, que vendría a ser como una especie de "Pepito Grillo", un desdoblamiento de la conciencia, algo así como cuando un@ se habla a sí mism@, creo.
No sé si lo he pillado todo bien ni si habré sabido resumirlo para que lo entendáis, pero desde luego, lo que tengo claro es que la novela que estoy escribiendo ahora la voy a repasar desde el principio.
¡Qué oficio más duro! ¡Y tan bonito que parece!
Fotos: el estudio de Martin Amis, y el mar de la Barceloneta el domingo pasado, agitado como yo misma, últimamente.
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Suena muy interesante. El narrador cámara en especial.
ResponderEliminarAl leer la palabra cámara me he parado a pensar en mi estilo al redactar textos: cuando escribo relatos, en ocasiones tiendo a ser muy cinematográfico, como si estuviera explicando una escena de una película en vez de contando una historia...
¿Habrá más noticias sobre el taller, no?
¡Un abrazo!
Pues yo tampoco había oido hablar del narrador cámara, aunque me doy cuenta de la cantidad de veces que lo utilizo. ¿Será porque me paso la vida detrás de un objetivo y no es más que una prolongación de mi deformación profesional?
ResponderEliminarQué interesante, Lola. Sigue, cuenta, queremos más!!!
Tiene que resultarte una gozada de aires nuevos un curso así. Ya sabes eso del saber no ocupa lugar...Sigue contandonos. besos
ResponderEliminarNunca termina uno de aprender eh lola...ya le estas viendo lo positivo a haberte apuntado al curso...Un beso...
ResponderEliminarHola Lola,
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros esta entrada me ha parecido muy interesante. Nunca dejas de aprender cosas nuevas. En mi novela hago uso del narrador de cámara pero también hago que el protagonista hable (1ª persona)¿se pueden combinar ambas cosas?. Ays que bien me iría a mi hacer un curso! Debería apuntarme a alguno aqui en Mallorca.
Por cierto, precioso estudio.
Un saludo,
Cristina
Adri,
ResponderEliminarno es ni siquiera como si contaras una escena de una pelicula, es más frio que eso. Como si describieras una imagen sin juicios personales, ni adornos de ningun tipo.
Como Ana Blanco dando las noticias ¡vamos!
Como ejemplo, Mercedes citó "De ratones y hombres", de Steinbeck.
Hola Jo,
ResponderEliminarpues puede ser. La forma que tenemos cada un@ de relatar es un reflejo de como "enfocamos" la vida, y nunca mejor dicho; algun@s somos más visuales y otr@s más sensitiv@s.
Saludos, guapa.
Winnie,
ResponderEliminarla verdad es que lo estoy disfrutando, es muy interesante.
Alijodos,
que nunca se termina de aprender, es seguro. Sobre todo, cuando no se sabe nada, como es mi caso, jeje.
Hola Cristina,
ResponderEliminarsupongo que sí se puede (haciendolo bien), se lo preguntaré a Mercedes el proximo dia.
Lo que sí le pregunté es si el foco se puede pasar a otros personajes, que es lo que hice yo en mi novela, y me dijo que sí ¡menos mal!, pero eso, con cuidado.
Saludos.
Parece que te está sirviendo de mucho. Por ejemplo el narrador cámara, si que le conocía, porque leí un libro así y no me gustó nada ese punto de vista, es super impersonal, donde esté la primera persona...y en su defecto el narrador omnisciente, que me da igual que no esté de moda, cada historia requiere un mood de contarla. Hay que fijarse mas en eso.
ResponderEliminarAprovecha bien el curso y toma muchos apuntes, jeje.
Besos!!
Si quieres un ejemplo de Narrador cámara, por lo que explicas, podrías leer "After dark" de Murakami, creo que se ajusta perfectamente.
ResponderEliminarLola, que maravilla, me encanta lo que nos dices y el sentir que no sabès nada.
ResponderEliminarA mi me hace feliz aprender algo nuevo y saber que me queda muchìsimo por saber, son poquìsimas las veces que me encuentro con alguien que piense lo mismo.
Besotes y seguiremos atentamente tu curso :)
Anda, dile de mi parte a la profe que Media docena de robos y un par de mentiras estuvo entretenida. Que no es poco.
ResponderEliminarYo creo que cuando escribo uso los narradores caprichosamente a mi antojo sin prestarle mucha atención al que estoy utilizando... Seguiremos a la espera de que nos vayas contando lo que vas aprendiendo...
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡
Elena,
ResponderEliminarestoy de acuerdo: cada historia requiere una manera de contarla y cada escritor/a tiene sus preferencias. Yo os cuento lo que me han contado, y allá cada cual, jeje.
Isi,
tomo nota de ese titulo.
Gracias.
Cantares,
ResponderEliminarcreo que por mucho que sepamos siempre nos quedará mucho por aprender, y eso es estupendo.
Un beso.
Mannelig,
se lo diré de tu parte.
Un saludete.
Hola Dirty,
ResponderEliminarbueno, lo importante es que luego te guste el resultado final y quede bien.
Saludos.
Hola Lola, la verdad es que paso mucho por tu blog, pero hasta ahora, nunca me había decidido a comentar.
ResponderEliminarGracias por echarle un vistazo al mío.
El que esté o no de moda no debe ser lo más importante. Creo que cada historia necesita un tipo de narrador, o nuestra propia "voz" es la que encuentra ese narrador que necesita. También se puede mezclar los tipos de narradores en una misma novela, como cambiar los tiempos verbales en según qué párrafos. Todo es experimentar y practicar.
ResponderEliminarPues sigue contándonos sobre estos talleres, que algo captaremos ( y gratis, ajjajajajaj). Me quedo con la foto del mar.
ResponderEliminarYo pensaba que el narrador estaba viéndolo todo desde arriba y trataba a todos los pesonajes por igual. Pero claro, si me dices que hay un narrrador desde dentro de un personaje, ¿eso implica que No puede entrar en el interior de los otros personajes y, por tanto, sólo están vistos desde la mirada de uno?. De cualquier forma, unos comentarios interesantísimos. Mercedes ganó un año La Sonrisa Vertical, no?
ResponderEliminarDesde luego, un mundo inmenso por descubrir. Muy interesante.
ResponderEliminarLo que yo te diga, querida Lola: que cuando escucho hablar a escritores me siento encoger. Hay muchas cosas por saber, y, al igual que tú, sólo sé que no sé nada. En fin, ¡qué dura es la vida!
ResponderEliminarAy, estoy hecho polvo, no tengo ganas de ná.
Una entrada de puta madre.
Saludos.
Isi,
ResponderEliminarpues aquí a maullar, como todo el mundo, jajaja.
Marta, lo de la moda es una forma de hablar. Lo que decía Mercedes es que ya no gusta tanto porque es el recurso más fácil y ahora se utilizan más otras voces, pero es verdad que cada relato requiere una voz determinada, y si es el omnsciente, es el omnisciente.
Ta luego, hermosa.
Menda,
ResponderEliminarpara mi tambien es gratis el curso, jeje, que si no, os cobraría.
Deme,
ese es el narrador omnisciente, el que lo ve y lo sabe todo, como Dios.
Cuando utilizas el narrador focalizado en un personaje, puedes tambien "entrar" en otros, pero no mezclarnos, sino combinandolos.
Eso es lo que hice yo en mi novela. Bueno, cuando la leas lo verás, jeje.
Sí, Mercedes ganó el premio de la Sonrisa Vertical.
Desde luego, Jesvel.
ResponderEliminarEs mucho más amplio de lo que creemos.
Saludos.
Deusvolt,
pues no veas como salí yo ayer del curso: sintiendome como una niña de parvulitos en esto de la literatura, pero bueno, es cuestión de ir asimilando.
Ánimo, chaval.
"...sólo sé que no sé nada...". Yo creo que todos nos sentimos así alguna vez, o con la sensación de "desaprender lo aprendido".
ResponderEliminar¿Sabes? Creo que el escritor es intuitivo y espontáneo, y sin necesidad de "saber" ciertas normas las aplica a sus escritos.
Tomo nota de los apuntes de hoy.
Un abrazo.
Hola Maribel,
ResponderEliminaryo tambien creo que todo creador es intuitivo, en difinitiva todo lo que nos puedan enseñar parte de la experiencia previa. Pero no deja de ser una cura de humildad cuando te acostumbras a recibir alabanzas y descubres que te queda mucho por aprender.
Besos.
¡Caramba! el "focalizado" me ha dejado con la boca abierta.
ResponderEliminarSiempre se aprende, pero para eso hay que querer aprender, las ganas no se te pueden reprochar, y unido a tu talento salen de tus manos tus obras.
Eres buena escritora, o muy buena, eso no lo dudes, y cada vez será mejor.
¡Un besote!
MIGUEL
¡Jo, Miguel!
ResponderEliminarHoy si que me has levantado la moral, que buena falta me hace.
Gracias y un besazo.
Que interesante es eso que cuentas, claro que un curso impartido por Mercedes Abad es todo un lujo. Tuve la oportunidad de entrevistarla a partir de su último libro de relatos y me impresionó.
ResponderEliminarHOla Xavier,
ResponderEliminarpues sí, la verdad es que Mercedes impresiona y el curso es de lo mas interesante.
SAludos.
Qué interesante lo que cuentas, Lola. Yo tampoco había oído eso del narrador cámara. Cada día, cosas nuevas aprenderás. Un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarHola Juan,
ResponderEliminarparece que a ese narrador no lo conocía nadie, jajaja, no me extraña, resulta bastante aburrido.
Saludos.
jaj que interesante, menos mal que para escribir un post solo te hace falta uno y no tres personas, jaja Ahora entiendo pq todos los escritores tienen que ser u poco ezquizofrenicos, jajaja
ResponderEliminarBezos
¡Niño!
ResponderEliminar¿qué nos has llamado?
Algo debe haber de eso, jajaja.
Besos.
Lola, me alegro que este curso , sea de tu agrado, lo pasas bien y aprendes otras tecnicas de la escritura. Recibi, lo de la biblioteca, muy bueno, lo leo poco a poco. Besos, Montse.
ResponderEliminarMontse,
ResponderEliminaresta vez has llegado la última.
Ya iba a llamarte por si te pasaba algo.
Besos.
Bueno, es un post antiguo (no mucho) y no sé si llegará a leerse, pero realmente el tema del narrador me parece interesantísimo y ese curso pinta muy bien.
ResponderEliminarDe lo que he leido últimamente me ha sorprendido por su uso del narrador (y por más cosas) "Mason&Dixon" de Thomas Pynchon. En ella el narrador es una especie de juego de muñecas rusas... me explico: en principio la historia está en voz de un clásico narrador omnisciente, pero del siglo XVIII (Pynchon usa el léxico y sintaxis de la época), que cuenta la historia del revendo Cherrycoke. Este buen hombre -aunque un tanto gorrón- para no ser expulsado de casa de sus parientes durante el invierno, en una parodia de "Las mil y una noches", ha de entretener a los hijos de estos contándoles historias... y cuenta la historia de los astrónomos Mason y Dixon... que a su vez, dentro de esa nueva narración, cuentan historias... y dentro de esas historias otros cuentan historias; y, por si fuera poco, por medio hay un libro que está muy de moda en la época ("El lívido petrimete", inventado por Pynchon) y que leen varios de los personajes, tanto los niños a los que el cura les cuenta la historia, como los personajes que pertenecen a esa historia... y, como no, dentro del libro también se narran subhistorias. Por supuesto, no todos esos narradores son fiables y cada uno tiene su visión de las cosas... a veces contradictoria con otras.
Y, como se puede ver, no es que sean narradores paralelos que se van alternando (algo que es relativamente normal), sino que los narradores están contenidos unos dentro de otros.
Por si fuera poco manejarse con tantos niveles narrativos, Pynchon, en determinado momento, hace una ruptura casi cubista de los muros que separan esos narradores, entrando y saliendo de las historias a través de diferentes personajes y provocando (con fines artíticos, claro) que no por momentos no sepamos quién es el narrador o que pensemos que es uno y resulte ser otro.
Puede parecer un poco rollo (y construir un libro así creo que debió ser dificilísimo), pero el efecto que se crea en el lector es muy sugerente, y toda la historia acaba por tener la textura de un sueño compartido por muchas personas... siendo el lector una de ellas.
Muy aconsejable, si se tiene tiempo y paciencia (es largo y complejo de leer).
Jo, qué rollos me pego... espero no resultar pesado. :(
ResponderEliminarPerejil,
ResponderEliminaryo, desde luego, lo leo todo, aunque sean entradas más antiguas y para nada te haces pesado, al contrario, es muy interesante lo que cuentas.
Saludos.