domingo, 8 de marzo de 2009
Dia internacional de la mujer trabajadora
Transcribo un articulo de Erick Pescador Albiach:
"Las mujeres también son malas”, éste es el nuevo mensaje. Cuando por fin la sociedad tiene mayor sensibilidad frente a la discriminación que sufren las mujeres, surgen mensajes ambiguos: “Los hombres lo han hecho mal durante años, pero, ¿y las mujeres?”, “las mujeres violentan pero psicológicamente”, “también hay mujeres que maltratan”. Asistimos, muchas veces impasibles, a un neomachismo que pretende ocultarse en mensajes populistas que ponen al mismo nivel las tropelías machistas y las supuestas acciones de las mujeres.
Pongamos el ejemplo reciente de varios periódicos de tirada nacional que colocaban en su web y en el mismo plano la espeluznante historia de un hombre que apuñala a su mujer en el coche y aparca en la puerta de la comisaría para entregarse, y la de una mujer que agredió a su marido (uno de cada 1.000 casos de violencia de género), o la inusual denuncia falsa de una mujer por violación.
Escuchamos el discurso de personas que ante la violencia machista responden con un: “Algo habrá hecho ella”. La responsabilidad de los violentos quedaría repartida en un confortable pero injusto 50% que nos inhibe de tomar partido por las víctimas, las mujeres. Se pretende con ello diluir las responsabilidades de los violentos, negando lo ocurrido, dividiendo salomónicamente las culpas con la víctima y minimizando las consecuencias de las agresiones. De paso se alimenta el arquetipo de mujer malvada, perversa y mentirosa. Hay quienes intentan hacernos creer que las mujeres se merecen todo lo que les suceda y son tan culpables como los hombres.
Se trata de la misma estrategia abusiva y autoexculpatoria de las voces de alarma frente a las supuestas denuncias falsas que podrían derivarse de la aprobación de la ley contra la violencia machista (menos de un 5%, en comparación con el 10-15% de otros de delitos). O si recuerdan, aquel famoso caso de la minifalda donde de nuevo la mujer era culpabilizada por provocar a su violador. O más sutil, la criminalización de las mujeres que abortan olvidando al varón que participó en el embarazo no deseado o no planificado. Afortunadamente, parte de la ciudadanía ya no cae en esas zafias trampas.
El último avance neomachista es el aprovechamiento jurídico del SAP (Síndrome de Alienación Parental), invención de Richard Gardner (1992), nunca reconocida científicamente, que consiste en “la eventual manipulación de niños menores por progenitores custodios para enfrentarlos y ponerlos en contra de los progenitores no-custodios en procesos de separación o divorcio”. Se la identifica como una forma de maltrato a los menores, cuando el auténtico delito se comete al negarles la capacidad para elegir libremente con quién desean vivir, cotidianamente la madre, que es con la que han compartido una mayor proximidad. Casualmente es más utilizado por los hombres que denuncian y denostan a sus “satánicas” ex mujeres, que en muchos casos habían antepuesto denuncia por agresiones, incumplimiento del pago de la pensión y de las visitas acordadas, etc.
Actualmente se revela como necesario hacer un análisis profundo y particularizado de cada litigio de custodia compartida para preservar los derechos de madres y padres y de hijas e hijos. Así evitaríamos la discriminación sexista al otorgar la custodia.
A los varones nos queda un largo camino para convertirnos en padres responsables, presentes y protectores. Todo mi apoyo a los padres que se atreven a pedir la custodia total de su progenie, teniendo en cuenta que pocos o ninguno lo hacen así en un proceso judicial. Acabemos primero con el apoyo social al modelo de padre tradicional, habitualmente ausente, otras veces agresor e incluso en muchas ocasiones presente físicamente pero sin implicación emocional en la educación, la crianza y el cuidado.
La educación en igualdad es la única vía ética para evitar este tipo de abusos. En las escuelas ya hemos comenzado con este proceso de generar alternativas de paz en la paternidad y la maternidad. Se trata de construir nuevas formas de familia y pareja en las que quepa otro tipo de hombre más presente en la crianza de sus hijas e hijos."
Erick Pescador Albiach es sociólogo y sexólogo. Especialista en género, masculinidades y prevención de violencia
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Interesante artículo. Se lo mal que lo pasan los hombres frente a las injusticias legales en los divorcios. La mujer está muy protegida y a veces sabe aprovechar esa ventaja en lo referente a los hijos. Desde luego cada caso es un mundo pero, he visto a un padre sufrir lo indecible por no poder ver a sus hijos asiduamente, y su impotencia frente a la ley. Espero que con el tiempo esas leyes cambien al punto de ser justas para ambas partes. Quizá sea una utopía pero no pierdo la esperanza. un abrazo
ResponderEliminarEvidentemente, hay personas buenas y malas, y las mujeres somos personas...Se que hay mujeres quemanipulan a los hijos y hombres que también, que el maltrato como dices se produce en proporción de 1 a mil, pero también existe, pienso que hay que luchar por los derechos de las personas, por la dignidad, y ahí englobo a hombres, mujeres y niños...No deberíamos tener que celebrar ningún día de...significaría que ya hemos conseguido la igualda en todos los sentidos.
ResponderEliminarUn beso Lola
Andrea, es cierto que hay padres que sufren por no poder tener a sus hijos con ellos y esa es una injustia que la ley ya está tratando de subsanar.
ResponderEliminarPero no puedo estar de acuerdo en eso de que la mujer está muy protegida; en todo caso, a quien se intenta proteger es a los hijos.
Ojalá la mujer estuviera más protegida de lo está...
Un saludo.
Hola Lola,
ResponderEliminarestoy de acuerdo contigo: todas las personas tiene los mismos derechos y todas deben ser respetadas.
Pero hoy por hoy, las mujeres y los niños estamos en desventaja.
Ojalá llegue un día en que no tengamos que celebrar esta jornada porque ya no sea necesario.
Saludos.
Lola, el artículo es fántastico, te lleva a la reflexión. Está a la vista que hoy es un día polémico, algunas mujeres lo aborrecen, otras lo quieren festejar a ultranza, pero lo que yo rescato es que la mujer nos da la vida, y frente a eso, el resto pasa a un segundo plano.
ResponderEliminarGracias por el comentario que me dejaste, sos una reina.
BESOTES
Interesante artículo, Lola. A medida que avanzaba me decía. ¡Caray, cómo se explaya la Lola! Luego he visto que es una artículo de un profesional en la materia.
ResponderEliminarPersonalmente, coincido mucho en lo que dice Andrea.No sé si la proporción es de i a mil, pero en mi pequeño barrio conozco dos casos en que a un joven de 28 años que se acaba de divorciar tras dos o tres años de matrimonio, le sentencian a perder la custodia del niño, a pagarle una pensión a la mujer y seguir pagando la hipoteca de la casa donde ella va a continuar viviendo ola o con su nuevo amante, mientras que el marido se ha ido con sus padres.
Creo que no es de recibo que un hombre deba pagar una vivienda en que no va a vivir y se la queda ella.Es ofensivo y humillante para la dignidad del hombre, que ve como una burla que otro ocupe su lugar en la casa y sea él quien la pague. Veo más justo que se vendiera y repartieran los bienes.
En cuanto a los hijos,deberían tener ambos el mismo derecho a tenerlos, pues ellos no tienen la culpa de las desavenencias de los padres.
En fin, lo mejor es no verse en esos pleitos.Yo he criado a cuatro hijos y, aunque en los treinta y tantos años que llevamos juntos ha habido rifirrafes como en cualquier matrimonio,mi esposa y yo hemos logrado convivir juntos con cariño hasta ahora.
Lo que me da pánico es pensar que por causa de la crisis y las dificultades laborales o económicas muchos matrimonios están quebrando y si eso pasara en casa de mis hijos, Dios no quiera,mis nietos puedan sufrir las consecuencias de una ruptura entre sus padres.
Hay quien dice que tenemos la sociedad que hemos creado a nustra medida.Y de tales aguas, salen esos lodos.
Saludos.
Es realmente curioso que si digo que me gusta Argentina nadie me llame apátrida y si digo que me gustan las mujeres me llamen machista.
ResponderEliminarOdio las divisiones por diferencias: hombres y mujeres; blancos y negros; maltratadores y maltratados; derechas e izquierdas, incluso padres e hijos. La constitución dice que somos todos iguales, y nuestro orden social indica que hay jueces que dictaminan esas diferencias y actúan en consecuencia.
Como no creo en la existencia de ciudadanos de segunda o seres humanos ilegales, tengo la base para creer en la igualdad independientemente de raza, sexo, religión, origen social, etc. Y pienso que no hay derecho a que la inmigración sea un problema para vivir en un país, o que mi sexo sea el problema para encontrar trabajo, o que mi discapacidad sea el impedimento para bajar las escaleras del Metro, o que por razones políticas no pueda ser obligatoria la educación en igualdad, o...
Miremos al pasado, lejano o próximo, y vemos que estas cosas no vienen solas; vienen acompañadas de cambios en nuestros conceptos morales o sociales, y estos cambios son provocados por la presión de personas a las que debemos lo que tenemos y nos obligan a continuar con su trabajo.
Respecto a la mujer, es lógico que la lucha se centre en alcanzar al hombre en derechos de todo tipo e incluso superarlos (no olvidemos que el embarazo lo sufre o disfruta la mujer, por ejemplo), y particularmente dedico el día de hoy a todas aquellas mujeres que han sufrido la desigualdad, a las que lo siguen sufriendo y a las que han luchado a lo largo de la historia por lograr esa igualdad, y felicito y me felicito por aquellas que lo han conseguido.
Y todo esto ante la pasividad de muchos hombres, pero no todos; los 'feministos' siempre estamos con vosotras.
Un besazo a todas; sois estupendas,
Stanley, pues si parece que es polémico, y no debería serlo. Tod@s deberíamos estar unid@s ante la injusticia.
ResponderEliminarLo que tu señalas es rescatable, desde luego, y tal vez debería ser suficiente.
Pero eso toca otro día.
Besos.
Juan, ya quisiera yo ser tan erudita, jajaja...ya he puesto un encabezamiento para evitar confusiones.
ResponderEliminarTodos conocemos casos de flagrante injusticia como el que mencionas. Es verdad, no es justo que un hombre se vea privado de sus hijos, tenga que pagar una pensión y una hipoteca de una vivienda donde vive la madre de sus hijos con su nueva pareja...la otra cara de la moneda es esa mujer (muchas)que tiene que criar a sus hijos sola y que su marido no les pasa la pensión correspondiente ni tienen una casa en la que vivir, y mil injusticias.
Creo que con ese comentario caes en la demonización de la mujer que denuncia el articulo.
Los hijos, como bien dices son las verdaderas victimas.
Lo que yo tengo oído últimamente es que los matrimonios NO se separan a causa de la crisis, lo que a mi entender es peor que separarse, por lo que conlleva de mala convivencia y tensiones ante los hijos.
Te felicito sinceramente por tu larga y feliz vida matrimonial y familiar, es envidiable.
En cuanto a que tenemos la sociedad que hemos creado, probablemente es cierto, pero nada es perfecto, y todavia nos queda mucho camino por andar.
Saludos.
TitoCarlos, parece que el tema ha despertado la verborrea de algunos, jajaja...nunca habías escrito un comentario tan largo.
ResponderEliminarLo primero felicitarte por ser feministo y sensible a una problematica que deberia importar a tod@s, pero para muchos hombres, parece que el asunto no va con ellos.
Felicitada me siento.Ya que todas las mujeres sufrimos desigualdad en mayor o menor medida, aunque no lo parezca.
Besos.
Es un día muy importante! pero yo ni por hoy me salve de las tareas domesticas! ja,ja.
ResponderEliminarEs un post muy bueno para reflexionar y para que se nos valoren los múltiples trabajos diarios, con una palabra o gesto de estímulo para seguir!. Besos
"Creo que con ese comentario caes en la demonización de la mujer que denuncia el articulo."
ResponderEliminarVaya, vaya... O sea que el del artículo puede poner 999 casos y yo no puedo poner uno porque entonces estoy demonizando a la mujer.
Sólo puse un ejemplo del trato injusto que a veces recibe el hombre. sin negar en ningún momento que la mayoría de las veces es la mujer la víctima, a la que doy todo mi apoyo como se ha visto en la media docena de relatos que he escrito defendiéndolas ante casos discriminatorios.
Antes dije que conocía dos casos en mi barrio y sólo hablé de uno.
El otro es el caso de un hombre que se ha quedado con dos hijos ya mayores y la hipoteca. Ella lo ha abandonado y ha desaparecido de la ciudad.
Eso tampoco excusa a los miles de hombres que maltratan a las 998 mujeres restantes del computo del articulo, quienes deberían ser responsables y cargar con sus responsabilidades o ser condenados.
Salu2
Lola Mariné, el camino es largo y la historia no ayuda mucho. Los mitos son grandes de uno y del otro lado, así como la violencia.
ResponderEliminarMe dá mucho gusto leer opiniones sensibles y amorosas, pero estamos muy lejos de la equidad: 70 mujeres asesinadas en España, 40 en Portugal, en México ya perdí la cuenta, la violencia (física)sigue ganando terreno, y la violencia emocional mas maternal que paternal sigue intacta.
Mucho por reflexionar.
Esplendido artículo.
Un abrazo sin dolor.
Sergio Astorga
Lola, ya casi todo está dicho. Efectivamente hay personas buenas y personas malas, sean hombres o mujeres, hay situciones injustas para los unos y para las otras, hay quienes utilizan más la fuerza física para dañar y quienes utilizan más la fuerza psicológica, pero el peso de la costumbre, la cultura de poder en posesión del hombre arraigada todavía en nuestra sociedad, sigue trayendo consecuencias desastrosas. Lamentablemente creo que tendrán que pasar aún algunas generaciones para que la verdadera igualdad sea una realidad, mientras tanto no nos queda más remedio que unir nuestras fuerzas como mujeres y reivindicar todos y cada uno de nuestros derechos.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades. Es nuestro día.
Kuoremio,
ResponderEliminarhoy tenias que haberte declarado en huelga,jeje.
Juan,
suponía que mis palabras te molestarían. Es un tema dificil y polémico.
Sergio,
es cierto, mucho para reflexionar y mucho por hacer.
Saludos.
Excelente artículo del sociólogo y una canción inolvidable. Una mezcla suculenta para un día especial.
ResponderEliminarBESOS Y BUEN LUNES.
Ya sé, no me digas nada, te comenté dos veces, pero aprovecho para agradecerte las hermosas palabras que me dejaste en el comentario.
ResponderEliminarBESOS Y BUEN LUNES!
Maribel, esperemos que no tengan que pasar muchas generaciones y que cada vez más hombres nos acompañen en esa lucha.
ResponderEliminarFeliz semana
¡jajajaja...Stanley!
ResponderEliminarPuedes comentar todas la veces que quieras, cielo, no hay limite.
Feliz semana.
A mi me da mucho coraje todo planteamiento como una lucha entre sexos. ¡No nos enteramos! no es eso, claro que siempre hay perjudicados y otros no, no se trata de que todos seamos iguales, no somos robots, somos personas, y todavía queda mucho por hacer. Una mujer se queda embaraza y tiene todas las papeletas de ir al paro, ¡por Dios! ¡qué no es una máquina!
ResponderEliminarHemos mejorado mucho, pero queda todavía tela marinera.
¡Un fuerte abrazo!
MIGUEL
Miguel, por supuesto que no es una lucha de sexos; se trata de que estemos tod@s considerad@s por igual, en derechos y en deberes. Obviamente, con las diferencias consustanciales de cada sexo que no nos hace mejores ni peores,solo diferentes.
ResponderEliminarLo malo es que todavía hay muchas personas, (tanto hombres como mujeres) que parecen no entenderlo.
Besos
la verdadera igualdad reside en verse tartados de igual manera ante iguales casos y no ese trato discriminatorio que ha habido en muchas empresas..en mi cas mi mujer cobra mas que yo y no pasa nada...y es por que ella ha estudiado mas que yo y está más preparada que yo...y por que sea mujer no me voy a plantear que no soy un hombre como dios manda...que le pregunten a mi mujer en todo caso...y respecto a las responsabilidades, debemos compartirlas sobretodo si los dos trabajan... nada de decir "si mi marido me ayuda mucho"...aun pasará tiempo hasta que esto cambie...buen post lola...
ResponderEliminarAlijodos, me congratula mucho tu actitud y tu forma de pensar.
ResponderEliminarAsí es, no pasa nada porque tu mujer gane más que tu si tiene mejor preparación y un puesto de trabajo de mayor resposabilidad; el problema está cuando en un mismo puesto de trabajo (y ya no entro en la formación, hay más mujeres que hombres en la universidad) las mujeres ganan menos, y sse les ponen más trabas para ascender.
En cuanto a la casa, creo que ni debería ser objeto de discusión:es responsabilidad de todos cuantos viven en ella. Sin más.
Saludos.
Y felicidades a tu mujer.
No lo he podido terminar de leer, Lola. Lo siento.
ResponderEliminarLo cierto es que este tipo de actitudes me indignan. Cierto que la violencia de género es intolerable, pero que la violencia ejercida por la mujer sea menos visible (interesadamente poco visibilizada) no la hace menos execrable.
El primer comentario, el de Andrea, me tranquiliza; pero supongo que el feminismo feroz seguirá clamando para que se me tache de machista.
En fin, tengo dos hijos (ambos varones) espero que ellos no tengan nunca que sufrir ni inflijan JAMÁS sevicias de este género.
Lo siento, pero sí, la ley está "protegiendo" a la mujer sólo por el hecho de serlo, es decir, la mujer goza de privilegios legales que son contrarios a la Justicia.
Pienso que al igual que hay padres que quieren estar o tener la custodia de los hijos, tb los hay que pasan un kilo del tema, al igual que mujeres (las menos). Años atrás se ponía la excusa de que el hombre trabajaba y su tiempo era para descansar. Actualmente trabajan los dos, y en este caso las grandes perjudicadas sois vosotras, aunque creo ver luz al final del camino y la cosa está cambiando, espermeos que se produzca el cambio rápido.
ResponderEliminarPara terminar quisiera decir que yo no estoy casado ni tengo hijos, pero creo que no tendré los mismos prejuicios, que mis padres, a la hora de llevar una casa p´alante (limpiar, planchar, cocinar que me encanta, o cuidar de los hijos) de manera compartida y organizada.
En generaciones anteriores a las nuestras los prejuicios a la hora de afrontar una casa eran por parte del hombre y de la mujer.
Ahora lo que no me parece bien es que si la mujer que no trabaja (no es el caso), tampoco quiere hacerse cargo de la casa, no está actuando para nada bien.
Un Beso Lola
Jesvel, conozco tu forma de pensar en este tema, que por tus circunstancias personales es bastante sesgada, y no voy a entrar a discutir contigo.
ResponderEliminarCada caso es un mundo, y sabes que te entiendo y te apoyo, en lo que concierne a tu caso en particular, que no en tu pensamiento en general.
Saludos.
Halatriste, muy bien dicho todo, si señor.
ResponderEliminarLas cosas van cambiando, pero mucho más despacio de lo que quisieramos.
Yo si tengo un hijo, y desde muy pequeño le enseñamos a compartir los trabajos de la casa; no fue dificil porque veia a su padre que lo hacia con absoluta naturalidad. Lo curioso era cuando iba al colegio y tanto profesores como compañeros se sorprendían de que lo hiciera...
En cuanto a tu último párrafo, creo que nadie, ni hombre ni mujer debe vivir a expensas ni depender de nadie, entre otras razones, porque coarta su propia libertad.
Saludos.
No soy una defensora a ultranza de los derechos de la mujer. Tampoco veo por qué la mujer deba "ganarse" esos derechos. Los derechos están porque así debe ser. Las mujeres y los hombres debíamos ser en primer lugar "seres humanos".
ResponderEliminarHay abusos tanto de un lado como del otro. Muchas veces por cultura (África, países con religiones musulmanas, etc.) y también por cuestiones legislativas, pero creo que poco a poco se está llegando a una situación diferente. Hoy por hoy hay muchas mujeres en cargos importantes. Cada mujer debe hacerse respetar, no esperar que exista una organización que se ocupe de ello. Ahora, el hecho de que alguien no esté de acuerdo con el artículo de Erick Pescador, no quiere decir que esté en contra de los derechos de la mujer.
De lo que sí estoy cierta es que no puede haber comparaciones, las mujeres somos mujeres y los hombres, son hombres. Una mujer puede quedarse sin comer por dar el pan a sus hijos. Y puede dar la vida por ellos. Esa la gran diferencia. ¿La mujer es dadora de vida? El hombre también tiene parte en ello.
No estoy de acuerdo en demonizar a los hombres, porque estaríamos actuando como ellos lo han hecho o como dice Erick Pescador.
Blanca,
ResponderEliminarpor descontado que quien no esté de acuerdo con el articulo no tiene por qué estar contra los derechos de la mujer.
Y tampoco creo que el articulo demonice a los hombres. Ellos no son el enemigo de las mujeres, al contrario, pero algunos se comportan como tales; una minoria, afortunadamente.
Los abusos, lamentablemente, no son tanto de hombres como de mujeres; hoy por hoy dominan los abusos de los hombres.
Ojalá esto vaya cambiando.
Blanca, gracias por tu comentario, por lo menos a mí me sosiega.
ResponderEliminarLamentablemente, será por "mis circunstancias" como dice Lola, siento que se me ofende con determinadas cosas. Realmente se nos está demonizando sólo por ser hombres y no mujeres.
Lola: ya sé que realmente tú y yo estamos de acuerdo. No comparto que pienses que mi opinión está sesgada, porque eso supone que la opinión de las mujeres maltratadas también estaría sesgada por "sus circunstancias". A cada uno le duele lo suyo.