En la recta final del curso (nos quedan sólo dos sesiones), tratamos un tema tan importante y difícil para algun@s escritores como son los diálogos en una narración.
El diálogo permite al lector asistir a la escena, es una manera de dar a conocer la psicología de los personajes, las relaciones que hay entre ellos, hace avanzar la novela y produce un cambio de ritmo.
El diálogo además permite a la novela "respirar", y también al lector; es más fácil de leer y da un aspecto visual al texto más ligero que una descripción que ocupa páginas y páginas.
Es importante saber combinar descripción y diálogos en su justa medida y que éstos últimos sean los esenciales, o sea, que los personajes no deben hablar por hablar, sino decir lo justo y necesario, y además, ser breves.
Insisto en lo que comentaba en el post anterior: para aprender a escribir diálogos es muy útil leer teatro o guiones cinematográficos, y también repetir los diálogos en voz alta.
Otro tema que tratamos fue la focalización interna, es decir, la narración hecha desde el punto de vista de uno de los personajes. Es difícil distinguirla del narrador omnisciente; quizás la diferencia radique en que es una narración subjetiva, y no objetiva como debería serlo desde el narrador. En la focalización interna el personaje puede opinar, juzgar, sentir...cosas que el narrador no debería hacer, salvo relatar la historia sin hacerse notar demasiado.
Para documentar ambos temas leímos fragmentos de "La regenta" de Clarín, de "Mirall trencat" de Mercè Rodorera, y de "Uno es soledad" de J. Thurber.
¡Ya tenéis deberes para esta semana!
Estoy de acuerdo, Lola. Los diálogos son importantísimos en una novela, por meedio de ellos puedes dar a comprender mucho sin necesidad de "explicar".
ResponderEliminarBesos!
Blanca
Y eso que no han puesto como ejemplo los diálogos entre mi madre y mi humilde persona, ajajjajajajaa.
ResponderEliminarUn beso, Lola y aprovecha lo que queda del taller para luego transmitirnos esos conocimientos.
Es un arte...descripciones y diálogos...ambos por separado hacen una escena...y ambos combinados forman relatos maravillosos...Gracias por tu regalo de traspasarnos este curso Lola. Besos
ResponderEliminarJe, mi trabajo actual es "dialoguista", o sea que esa clase me habría venido muy bien.
ResponderEliminarEn un curso me invitaron a dar precisamente una charla sobre diálogos (aunque aplicados al cine y la televisión, no a la novela) y les di un consejo que me parece que puede ser útil siempre: una vez tienes la escena a dialogar en la cabeza, entra en ella lo más tarde posible y sal lo antes posible sin que se pierda nada esencial.
Y otro, piensa en lo que están haciendo tus personajes mientras hablan y como eso se puede cruzar con el diálogo (puede ayudar tanto a dar frescura como a apoyar o dar subtexto a la escena -si la acción contradice el diálogo-).
Y una aplicable a todo, creo... releer (en voz alta, como bien dice Lola) y sacar todo lo que puedas (es increible la cantidad de pronombres y proposiciones que tendemos a poner en una primera versión y que se pueden sacar); cuanto más reduzcas, mejor.
Luego, cuando pasé a poner los diálogos de la novela, vi que había muchas diferencias. Lo primero es que me volví loco para aprender a usar correctamente las rayas horizontales y como se puntúa alrededor de ellas.
Lo segundo es que descubrí una potencialidad del libro que no tiene el cine/televisión (éste tiene otras, evidentemente), que es el que puedes saltar del estilo directo al indirecto sin problemas y así ahorrarte informaciones farragosas, redundantes o incómodas de dar de forma directa. Por ejemplo, estás con un diálogo entre que padre e hijo, y vas poniendo las frases de uno y otro... y llegas a un momento en que el hijo tiene que contarle algo que ya hemos visto como ocurría... pues vas y dejas el diálogo y pones que el hijo le contó aquello (salvo que el crío vaya a mentir o algo así, claro)... y luego retomas el diálogo después, ya viendo las reacciones a esa información. Esto, que en literatura es la cosa más sencilla del mundo, en la tele y el cine suele plantear serios problemas para evitar esa redundancia de información.
Qué envidia, Lola... este curso pinta la mar de bien; ojalá hubiera cosas así por estos lares.
Hola Blanca,
ResponderEliminarson importantes y tienen que ser naturales y coherentes con los personajes, y eso es lo más dificil.
Menda,
me acuerdo de uno con tu padre hace unos dias que no tenia desperdicio.
Tu,desde luego, no tienes problemas con los diálogos.
Winnie,
ResponderEliminaryo lo hago encantada, asi además me sirve de repaso.
Besos.
Perejil,
ResponderEliminara ti me parece que no te hace ninguna falta.Lo dominas perfectamente.
Saludos.
Lola Mariné, llego tarde, andaba de pinta, me pongo al corriente y tomo nota.
ResponderEliminarAbrazos, que al fin de cuenta son diálogos de espacios.
Sergio Astorga
Jolines, Lola, me gustan estos resúmenes tuyos porque son concisos y puedo aprender cosas que de alguna manera sabía, sin haberme detenido a pensarlo. Lo que dices de que los diálogos permiten respirar y hacer descansar al lector es una verdad como un templo. Respecto al teatro ya te dije que me tengo que poner las pilas, ahora bien, me ha gustado lo que comentas de los guiones de cine, que tiene algo mágico, por su condensación narrativa, y, sobre todo, cómo no, por los diálogos.
ResponderEliminarUn beso.
Lola, otra clase magistral. Por un lado aprendes tu y por el otro nosotr@s .Muy bueno el acudit de Forges. Besos.
ResponderEliminareste taller es completisimo por todo lo que he podido leer un gran complemento para tu formación como escritora ya consumada sin duda...muy interesante y didactico querida lola...un beso..
ResponderEliminarHola Sergio,
ResponderEliminarya me contarás que es eso de "de pinta", supongo que algo bueno.
Diálogos en el espacio tambien para ti.
Deusvolt,
sí, en realidad casi todo lo que vamos viendo en el curso ya lo sabemos y lo aplicamos de forma intuitiva, por eso no hay que asustarse ante la teoría.
Saludos.
Hola Montse,
ResponderEliminarel chiste lo puse como ejemplo de diálogos, y los de Forges son buenísimos.
Besos.
Alijodos,
ResponderEliminarla verdad es que es un curso estupendo y estoy aprendiendo mucho, espero que se note en mis próximos escritos.
Saludos.
Es gratificante poder seguir el curso contigo, Lola, aunque sea desde la distancia.
ResponderEliminarLo de los diálogos es cierto y sé que debo mejorar en ese punto. Tendré en cuenta lo del teatro y los guiones de cine.
También en la corrección de mi última novela me pegué con la narración múltiple, contándolo todo desde los diferentes puntos de vista de los personajes. Al principio me costó mucho, pero al final conseguí cogerle el tranquillo.
Gracias por compartir con nosotros este fantástico curso. Un saludo.
Hola Armando,
ResponderEliminar¡cuanto tiempo sin verte!
Ánimo con tus novelas y a seguir trabajando duro.
Saludos.
me encanta este tema, y es muy importante, como dices en una historia que escribamos. Es lo que más me gusta escribir de mis novelas.
ResponderEliminarGracias por acercarnos un poquito más el taller.
besos!!
¡Hola Lola!
ResponderEliminarAl final el curso no sólo te va a servir a ti, ¡aprendemos todos contigo!
Los diálogos en los libros imagino que harán un efecto parecido a otras artes: cine, T.V, teatro, por ejemplo. Diálogos aburridos o poco interesantes hacen que "abandones" la historia.
¡Un beso Lola!
MIGUEL
- Qué estupenda la última entrada de Lola.
ResponderEliminar- ¿La del curso?
- Si, la del taller de literatura.
- ¿De qué iba?
- Del diálogo.
- ¿Qué dialogo?
- Uno que sirve para respirar.
Saludines:
ResponderEliminarQue interesante tu entrada, estoy de acuerdo, los diálogos aligeran el texto y dan esa sensación de estar en la escena, observarla, particpar.
Te dejo un gran abrazo decembrino
Ro
Me resulta muy interesante el relato de tus experiencias en el taller.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo.besos
Hola Elena,
ResponderEliminara mi tambien me encantan los diálogos. Tendrías que verme mientras los escribo, jeje: no solo los repito en voz alta sino que gesticulo, los interpreto, hago de todo (por eso escribo encerrada en mi estudio sin que me vea nadie...).
Miguel,
en cine y teatro los diálogos lo son todo,así que si son malos... en literatura hay que combinarlos bien con las descripciones, pero tambien hay libros que no tienen diálogos y son buenos, pero si se ponen se tiene que hacer bien.
Besos.
Jeje, muy bueno, Molano.
ResponderEliminarYa veo que a ti se te dan bien.
Saludos.
Hola Ro,
la sensación cuando leemos es como de descanso y cuando escribimos llena páginas y además sabes que funciona.
Cantares,
a mi me encanta contároslo.
Besos.
Los diálodos siempre son la parte más díficil, para ello antes hay que tener bien claro la personalidad del pesonaje para no salirse de su tono...
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡¡
Unas explicaciones perfectas, sí señora. Los diálogos son esenciales, pueden salvar una novela o arruinarla. Gracias por esta nueva lección.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dirty,
ResponderEliminareso es muy cierto; los diálogos dicen mucho del personaje, por eso deben ser coherentes con su personalidad.
Maribel,
así es. Es un buen recurso si se maneja bien, si no...
Gracias por la visita, guapa.
Qué práctico todo Lola, puedo imaginar lo que estás disfrutando.
ResponderEliminarA mí me divierte muchísimo escribir diálogos, y me encanta pornerles voces e interpretarlos, jajja
requetebesos
¿Qué tal, Lola?
ResponderEliminarPara mí el diálogo es fundamental y da vitalidad a la novela, da agilidad a la narración.
Una experiencia que he vivido en el taller que sigo ha sido escribir algo de teatro (soy de narrativa pura y dura), y he descubierto que es mucho más fácil de esa manera establecer un diálogo entre personajes, porque prescindes de muchos elementos comunes en narrativa (dijo, contestó,...)que ralñentizas la acción. De algo así hablabas de todas formas en tu anterior entrada, creo recordar. Doy fé de que tenías razón.
Un abrazo.
Hola Jo,
ResponderEliminarme lo estoy pasando genial con el curso y estoy aprendiendo mucho.
Besos guapa.
Hola Jesús,
ResponderEliminarsí, ya veniamos hablando de esto en el post anterior, y la sesion del taller de esta semana ha acabado de redondear el tema.
Saludos.
0, con lo que me gusta a mí escribir diálogos!!
ResponderEliminarGracias Lola, para mí es de una gran ayuda.
BESOTES Y BUEN FINDE.
Y yo todavía no me he lavado la cabeza. Espero no quedarme calva y tener que ponerme a cantar… ¡Ioneeeeeeeeecoooooo!
ResponderEliminarDespués de este disparate, haciendo honor a tu post anterior, contesto a éste:
¿Deberes? ¡Es verdad! Bueno... tenemos, Lola, tenemos.
Ni que lo digas, aún no he escrito ni una letra o signo sobre lo que debemos hacer. ¡Ah!, qué semana me espera…
Pues figúrate que recibí invitación en el correo electrónico para apuntarme a un taller de esos, y debido a tus crónicas, me da un no sé qué borrarlo sin hacerle caso...
ResponderEliminarStanley,
ResponderEliminary por lo que he leido en tus relatos,te salen muy bien.
Besos.
Susana,
esta semana tenemos más tiempo, pero nos pillará el toro, seguro, jajaja.
Yo tengo el relato escrito hace tiempo, me falta la reseña.
Besos.
Mannelig,
ResponderEliminarasistir a un taller nunca está de más, seguro que algo se aprende, y si te llevas la sorpresa de que es tan bueno como éste, aprendes mucho.
Saludos.
Los diálogos: esa bocanada de aire fresco donde dejamos ser a los personajes ellos mismos sin juzgarlos ni definirlos. Escribir diálogos coloquiales y bien construídos es un arte (que no suenen literarios, de esos de dejar sentencias para la eternidad...)
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