Hoy el día ha amanecido nublado en Barcelona , ha refrescado un poco y se agradece. Septiembre está a la vuelta de la esquina. Es el mes del año que más me gusta. Su propio nombre me resulta evocador: Septiembre...Es un mes lleno de promesas, como estrenar un cuaderno en blanco con la misma excitación de nuestros días escolares.
Es el momento de iniciar nuevos proyectos, de retomar los antiguos, de marcarse objetivos y de reencontrarse con un@ mism@ después del relajo veraniego.
El calor se va y los días se hacen cada vez más cortos. Llega el otoño, el tiempo de la melancolía, y a lo mejor te apetece escribir un poema a la orilla del mar, o iniciar aquella novela que se forjaba en tu mente mientras paseabas por el parque pisando las primeras hojas secas.
También las ciudades empiezan a llenarse de actividad (y de tráfico). Las agendas culturales vuelven a estar repletas de ofertas: presentaciones de libros, conferencias, cursos y talleres, estrenos de teatro, conciertos; las sempiternas ofertas de libros en los quioscos (dos por uno, oferta de lanzamiento) y cursos de idiomas que empezamos cada año y nunca somos capaces de terminar (¿qué nos pasa a los españoles con los idiomas?).

Os propongo que planifiqueis vuestro "año escolar", que elaboreis una lista con las cosas que quereis hacer y la coloqueis en un lugar visible, y cada vez que alcanceis un objetivo lo tacheis de la lista (eso es muy motivador).
Ánimo, que ya falta menos para el próximo verano.