Con un grupo de alumnos |
Dilip quería crear una escuela para niños y niñas con pocos recursos en un lugar en el que la posibilidad de ir al colegio era remota. Por eso se fue a Tikapur, una localidad situada en los confines de Nepal, tocando con la frontera de la India y habitada mayoritariamente por granjeros y pequeños comerciantes.
En plena faena |
En Tikapur la gente se auto abastece; tienen animales y huertos en sus propias casas y venden o intercambian lo que necesitan con sus vecinos. Pero la educación no es gratuita ni obligatoria en Nepal, por lo que ir al colegio supone un importante desembolso que muchas familias no se pueden permitir. Con lo cual, son muchos los niños y niñas que no tienen ninguna oportunidad.
Dilip consiguió la ayuda de una escuela austríaca, la Erlebnis Schule, que paga las becas de una veintena de estudiantes.
La "sala" de profesores |
Pero eso sí, todos van uniformados y muestran una educación y disciplina británicas, aparte, por descontado, de un enorme interés por aprender y la consciencia de que son afortunados por poder adquirir una educación.
Cantando el himno de Nepal |
La escuela tiene un magnífico plantel de profesores, todos ellos muy jóvenes, cobran un sueldo ínfimo por su trabajo y lo realizan con amor y entrega.
Por eso cualquier ayuda económica o material es bienvenida, y también la colaboración de voluntarios, ya sea como enseñantes o como embajadores de buena voluntad que den visibilidad y reconocimiento al centro.
Estupendo post
ResponderEliminarEmbajadores de buena voluntad me suena a poco, seguro te arremangaste y trabajaste duro
Besos
Hola Ana
ResponderEliminarsi trabajaba, pero me parecía muy poco lo que podía hacer para. todo lo que necesitan.
Besos
Un aplauso para la escuela y para todos los que participan en proyectos educativos dirigidos a los más desfavorecidos. Estoy segura de que hiciste allí una gran labor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maribel,
ResponderEliminarrealmente aqui lo tenemos todo tan facil que no nos damos cuenta de la necesidades que hay en otros sitios.
Hice lo que pude, pero queda mucho por hacer.
Besos
Impresiona lo que cuentas. Bien cierto es que sabemos el grado de analfabetos en los denominado países del tercer mundo, pero debe ser terrible constatarlo, enfrentarse a esa tremenda injusticia que supone que sólo estudian los que tienen "posibles".
ResponderEliminarEn fin..., miedo me da que retrocedamos aquí a una situación similar. Al paso que vamos con los recortes...
Un beso, Lola.
Qué absurdos suenan nuestros miedos cuando ves las condiciones de vida de estas gentes.
ResponderEliminarSupongo que la ilusión de esos niños lo compensa todo.
Un abrazo
Hola Isabel,
ResponderEliminarpues tienes razón, tal como están las cosas por aqui, da miedo.
Pero espero que no lleguemos a esos extremos igual que espero que la situación mejore en Nepal.
Besos
Uno,
ResponderEliminarla verdad es que viendo aquello se te quitan muchas tonterías.
Y sí, los niños lo compensan todo.
Besos
Excelente post! y qué decir del libro "Nepal cerca de las Estrellas". Me ha llegado hace nada a casa y ya voy por la mitad!!!a ver cómo puedo ayudarles yo también.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
Vanessa
Gracias a ti, Vanessa.
ResponderEliminarUn saludo.