No, que os dejo con unas redondillas de Sor Juana Inés de la Cruz, ¿mujer visionaria, o es que no han cambiado tanto las cosas desde el siglo XVII...?
Podéis leerlo o escucharlo en mi voz melodiosa (o ambas cosas a un tiempo):
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
¡Coño!, Ahora se de donde viene lo que me suele decir la parienta, anda que no me habrá dicho veces el primer estribillo
ResponderEliminarEn algunos aspectos seguimos igual, lamentablemente.
ResponderEliminarBesos
Recuerdo la secundaria...la aprendí con el
ResponderEliminarplacer mas inmenso.
MARAVILLOSA !!!!
Pues parece que no han cambiado las cosas en estos cuatro siglos. Madre mía!
ResponderEliminarUna abraçada!
¡Qué bueno Lola! Hacía una barbaridad de años que no lo escuchaba y me ha encantado TU VOZ....me ha acercado más a ti.
ResponderEliminarUn beso
Hola
ResponderEliminarNo creo que sea una visionaria, es que las cosas siguen siendo igual. Para muestra, la seguidilla de José de Espronceda, que será de una época similar:
Las mujeres y las flores
son parecidas,
mucha gala a los ojos
y, al tacto, espina.
Cualquier hombre vive esto casi a diario. Aprendes con los años a que no te duelan los pinchazos. Nada nuevo bajo el sol.
Un saludo.
Juan.
Tambié a mí me trajo recuerdos hermosos de Literatura en la secundaria.
ResponderEliminarY me encantó escucharlo en tu voz, Lola!!
Un abrazo grandoteeee
Anda que no sabía esta de hombres para ser sor.
ResponderEliminarYo creí que esto de juzgar a la mujer por estas cuestiones realmente se había superado pero cuando veo esas series de adolescentes de la tele veo que estamos a las mismas.
Qué voz tan joven.
Estupenda idea, Lola.
Un abrazo.
cuando un hombre, no entiende o no quiere entender a la mujer, se muy merecido el titulo de "necio".
ResponderEliminaren tu voz o es tu voz, pero te escuche magnifica.
besos
Pues para ser una monja, sabía mucho de las relaciones hombres-mujeres y tenía mucho que decir... Se le ve puesta en el tema.
ResponderEliminarGenial la idea de prestar tu voz al poema de una mujer con las ideas claras y capacidad para expresarlas. Me ha encantado escucharte, y es que por el oído entran muchos matices que la vista empaña. Un abrazo.
ResponderEliminarGenial LOLA!! Me gustó tu voz, aunque ya la conocía y redescubrí a esta fantástica mujer, Sor JUANA!
ResponderEliminarPara qué nos la enseñarán en el colegio, cuando somos chicos, y no apreciamos la belleza de estas letras!
No sé si sabés, pero dicen que era una gran cocinera, y muy celosa de sus recetas.
BESOTES GUAPA!
Mexiñol,
ResponderEliminar¿todo eso te dice? ¿y muy a menudo?
jajaja.
Cantares,
suena a conocido ¿verdad?
Liliana,
ResponderEliminarsupongo que yo tambien la aprendi entonces, y no se me ha olvidado nunca.
Mercè,
sí, parece que en esencia nada ha cambiado.
Besos.
Winnie,
ResponderEliminarme apetecia recitarlo yo y recordar viejos tiempos.
Me alegro que te haya gustado.
Juan,
Espronceda es que era un triste.
Tampoco será para tanto ¿no?
Marina,
ResponderEliminarle estoy tomando el gusto a esto de hacerme oir, jeje.
Uno,
estoy contigo: yo tambien creia que estaba superado, pero cuando veo los mensajes que les llegan a los jovenes me asusto.
Tengo la voz joven porque soy joven, querido, jeje ;)
reltih,
ResponderEliminarsigue habiendo mucho necio por ahi, aunque tambien hay necias...
Deme,
sí que es curioso todo lo que sabía la sor de hombre y mujeres, y tambien del amor.
Debía ser muy observadora.
emejota,
ResponderEliminarpensé que siendo tan larga a mucha gente le daría pereza leerla, jeje, escucharla es más fácil.
Stanley,
yo creo que es absolutamente recomendable para los chicos, para abrirles los ojos a algunas cosas y despertar su sensibilidad.
No sabía que fuese buena cocinera, la verdad es que era una gran mujer.
Besos.
Cuánta razón tenía esta mujer por diooss! jajaj
ResponderEliminarbuena idea lo de grabarlo =)
un saludo!
Creo que todo sigue mas o menos igual en ese campo:)
ResponderEliminarApenas recuerdo nada, solo lo leí en el bachillerato y ya hace mucho, pero ahora leído y oído a la vez, me ha encantado.
Muy buena idea poner tu propia voz en el poema, se agradece mucho cuando cuesta un poco leer la letra, gracias:)
Un beso
Hola Alea,
ResponderEliminarpues sí, razón tenía, la pena es que poco han cambiado las cosas.
Franky,
me alegra que te haya gustado.
Lo de recitarlo yo es porque sé que sois unos vag@s, jeje.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLola, ayer noche te deje un comentario y veo que ha desaparecido, bueno pues queria decir que me parece muy bien dar caña a todos esos hombres que parecen aun vivir en el siglo XVII, Sor Juana Ines de la Cruz era una adelantada en su tiempo... aunque menos mal que hay excepciones, sino apañadas íbamos. Buen finde!
ResponderEliminarHola Aventur@,
ResponderEliminarpor desgracia todavía hay muchos hombres anclados en el siglo XVII, pero como dices, tambien los hay que han evolucionado, jeje.
Besos, guapa.
Menos mal que todas esas cosas redonditas, abba jajaja, son cosas de las que no me podrás acusar; poder podrás pero :P, boonita voz, aunque ya te había oído por luz de gas XD
ResponderEliminarbesos de me voy sin dar - porque no me llego - por aludido