La novela arranca con la muerte de la madre de Meursault, un sencillo oficinista al que nada parece importarle y que arrastra una vida vacía; es un hombre solitario, casi autista, que acaba cometiendo un crimen sin saber muy bien por qué y es condenado a muerte, sentencia que acepta con la misma indiferencia con la que ha vivido...
El extrajero, como La peste, es de esas novelas que marcaron mi adolescencia. Sí, hoy volvemos a abrir el baul de los recuerdos, jeje. Es un ejercicio que recomiendo, porque la visión de una novela cambia totalmente con el paso de los años.
Cuando la leí por primera vez me impactó ese personaje apático, frío, indiferente ante todo, impermeable a cualquier sentimiento, extranjero de sí mismo, de su propia vida.
En esta segunda lectura he visto mucho más: escrita hace casi setenta años, es una premonición de un mundo que ya está aquí, de un ser humano al que todo le da igual, que se deja llevar por la vida, que la menosprecia (la propia y la ajena), una isla de soledad en un planeta superpoblado.
Afortunadamente, no es esa la tónica general, al menos, así quiero creerlo yo que soy optimista por naturaleza y pienso que la mayoría de la gente sigue teniendo sangre en las venas, inquietudes, ilusión, y por eso el mundo sigue avanzando, a pesar de todo.
He visto también un estilo narrativo interesante: una primera parte neutra, de frases cortas, tipo Carver, casi un informe en el que el protagonista parece más bien espectador de su propia vida. En la segunda parte la narración se hace más profunda, más reflexiva para mostrar el desencanto, el pesimismo del personaje.
He elegido la cubierta del libro de Alianza Editorial porque es el que yo tuve, compraba muchos libros de esa colección, eran económicos y ofrecía buenos títulos, todavía quedan muchos en mi biblioteca, quizá incluso esté El extranjero, a saber.
¡Feliz semana!
A mí me encantó el libro... no sé cómo pero empaticé con él a pesar de lo que había hecho y me angustiaba ver su falta de interés por todo.
ResponderEliminarUn libro tremendamente bien escrito, ahora tengo pendiente "La peste".
Besos Lola,
Yo también lo leí en mi adolescencia, el libro me lo había prestado un amigo que quise muchísimo. Qué lindos recuerdos que vinieron a mí a través de tu post...
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
Vero,
ResponderEliminarpues si te gustó El extranjero no dejes de leer La peste, que tambien te gustará.
Marina,
me alegra haberte traido buenos recuerdos.
Besos.
No recuerdo haberlo leido, eso quiere decir que no, jejeje, lo tendré en cuenta. besitos.
ResponderEliminarNo está mal, no está nada mal. Yo tardé más años en leerlo, por eso quizá tampoco es que me resulte icónico, pero en algún momento tendré que hacerlo de nuevo.
ResponderEliminar¡Que bueno! Estas cosas pasan, a mi me ocurre lo mismo cuando releo libros de mi juventud. En cuanto a tus buenos deseos, estoy contigo, pero cuanto menos esfuerzos tengan que hacer los jóvenes mas se "adoquinaran". Un abrazo.
ResponderEliminarMontse,
ResponderEliminarcreo que en mi etapa existencialista no nos veiamos mucho, jeje.
Mannelig,
pues dejalo unos añitos más, lo bonito de la relectura es ese cambio de percepción.
emejota,
ResponderEliminaren el tema de los jovenes yo creo que llevan otro ritmo: lo tienen todo muy facil y tardan mas en madurar, pero lo hacen (espero).
AHHHHHHH
ResponderEliminarMe llevás en unos viajes tremendos a través del tiempo!!!
Creo que lo anotaré en mi agenda para releerlo más adelante.
De momento necesito algo más liviano y alegre.
Un beso
Cantares,
ResponderEliminarno creas, no es deprimente.
Besos y ánimo ;)
Muy buena reseña, Lola. Me gustó.
ResponderEliminarLa anoto en mi cabeza por si me cruzo con la novela algún día; gracias.
Besos,
Mián Ros
Hola, Lola, coincido totalmente, yo todavía conservo esa edición y también pasé por una etapa existencialista, me han venido ganas de volverlo a leer. Saludos.
ResponderEliminarMian,
ResponderEliminares un clásico ya de la literatura, vale la pena leerlo.
Bienvenido de nuevo.
Cati,
bienvenida a mi tejado.
Saludos.
Es maravilloso recuperar un título que te impactó en la juventud. Que no ha pasado de moda. Un clásico, vamos. Y al volver a acariciar esas páginas, sentir los momentos de aquella época en la que soñabas y tenías tantas cosas por hacer. Tus dedos han vuelto a acariciar lo que tocaste hace años, en una espiral mágica de viaje en el tiempo.
ResponderEliminar¡Cuéntale esto a las nuevas tecnologías, anda!
Me encanta que de vez en cuando recuperes y nos recuerdes estas lecturas de adolescencia, que yo leí también, en esa misma colección de Alianza que todavía conservo en mi casa familiar. No he vuelto a leer ninguno de ellos desde entonces, pero estoy convencida que la perspectiva cambia, como bien apuntas.
ResponderEliminarhe llegado hoy mismo, después de una desconexión forzada en agosto: se estropeó mi portátil y en el campo y cuidando a la familia se me ha pasado el tiempo entre niños y en la cocina, pero esta vez no era la literaria sino la de preparar y degustar cosas ricas.
En breve me pongo al día.
Besitos, bella. Impaciente espero tu libro.
¡Jo, Deme!
ResponderEliminar¡Qué inspirado has estado! jeje.
Pues mira, no sé por qué asocio este libro con la Plaza Urquinaona de Bcn; debi leer algunas paginas en uno de sus bancos, esperando a alguien o a saber. Era una adolescente llena de inquietudes que se quería comer el mundo y no sabía donde pegarle el primer bocado. Por eso mi impactaban tanto estas lecturas.
Jo, welcome home :)
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado de estas vacaciones, de niños y de cocinas, jeje.
Ahora vuelta a la normalidad.
Besos.
muchas gracias por compartirnos este post.
ResponderEliminarun abrazo
Pues parece que los visionarios no son los únicos que ven maquinitas del tiempo y cosas de esas, tb. hay quién se ha adelantado a ver la sociedad actual...
ResponderEliminarBezos
Tengo asociado este libro con algo triste.
ResponderEliminarEsas cosas que suceden en la cabeza de cada uno,vos comprendés
Besos
Soy cantares fuera del blog, apagando la pc
Yo me lo iba a leer, luego la vida... Así que parece que le da todo igual, ¿pero es así? Tal y como yo lo veo, esa actitud también radica en saber que no está en tu mano; ni siquiera la vida de uno, si te pones a mirar.
ResponderEliminarBueeeno, yo crecí en una familia donde la gente expresaba tremendamente sus sentimientos; supongo que por eso yo parezco tan contenido; no me verás dando gritos o escupierndo al suelo jajaja
Recuerdo ver a gente en santa cruz. Gritaban y gesticulaban, eufóricos (también bebían y vete a saber si también es el no beber por mi parte, alcohol:)... Pues gritaban por la victoria de su equipo y yo pensé que amos, en la vida había yo gritado así... por cosas propias.
No sé, ahora no tengo ná que leé así que aliguá...
Ahhh, me hizo gracia eso de que "casi nunca entiendo las cosas de Ant" jajajaa; ohhhh, sííps, culpa mía... aparte que tengo las letras tan.. ajjj; sólo era la historia de un chico que cayó en un triángulo invertido... el símbolo homo... él es uno de esos chicos que tienen la cabeza cuadrada; hembras, machos... y bueno, tendrá que reubicar su mapa del mundo; pero eso siempre es fácil, ¿verdad?
(a que es un buen final, para un comentario:)
besos
Thiago,
ResponderEliminarasi es, y eso no es solo imaginación e inventiva, es tener una verdadera visión de hacia donde se encamina la humanidad.
Cantares,
pensaba que te referias a la novela en sí, pero claro, a veces asociamos un libro, como una melodia o un olor con una situación concreta.
Besos.
Ant,
ResponderEliminaral personaje de Camus todo le da igual, está en la vida como si la cosa no fuese con el, por eso es "el extranjero".
Supongo que hay personas asi, y es distinto de expresar o no los sentimientos. Muchas veces "la procesion va por dentro", pero éste no es el caso.
Leelo, es cortito.
Si es verdad que muchas veces no entiendo lo quieres expresar con tus posts, ahora me lo has explicado estupendamente :)