miércoles, 7 de abril de 2010
Las Ramblas y Ocaña
A petición popular (jeje) os cuento otra de mis escapadas de Semana Santa. Ésta, en mi propia ciudad ¿por qué no? Todo el mundo quiere venir a Barcelona y yo tengo la suerte de vivir aquí:).
La jornada empezó con una visita a mi amiga Rosa (ya sabéis, la creadora de los gatos de la cabezera de mi blog, os hablé de ella por Navidad) que los fines de semana tiene su puesto de artesanía al final de las Ramblas . Charlamos un ratito y luego subí como pude entre la barahúnda de turistas hasta el Palau de la Virreina.
Allí había una interesante exposición de fotografía de las Ramblas desde los años 30. La historia de Barcelona pasa forzosamente por este popular paseo, la mía personal, también: soy ramblera por vocación.
Una parte de la exposición estaba dedicada a José Perez Ocaña, un peculiar personaje que llegó a Barcelona buscando la libertad y la permisividad que no encontraba en su pueblo andaluz de origen. Pintor, actor, homosexual declarado y provocador nato, se convirtió en una celebridad allá por los años setenta, cuando los homosexuales todavía podían dar con sus huesos en la cárcel en aplicación de la ley de "vagos y maleantes" o por escándalo público. Ocaña no pudo eludir esa dura experiencia; era un activo militante por los derechos de los homosexuales y encabezó la primera manifestación del orgullo gay que, pese a estar autorizada, acabó en una batalla campal y con nuestro protagonista detenido y apaleado.
Sus pinturas eran de estilo naïf y el motivo solían ser vírgenes y altares que a muchos les parecían irreverentes. Se paseaba por las Ramblas vestido de mujer y no perdía ocasión de reivindicar los derechos de los gays.Murió a los 36 años tal como había vivido: de forma espectacular; en el carnaval de su pueblo, a causa de las quemaduras que se produjo al incendiarse su disfraz.
El director de cine Ventura Pons lo convirtió en protagonista de una película: "Ocaña, retrato intermitente".
Después de ver la exposición seguí con mi paseo Ramblas arriba contemplando las innumerables estatuas vivientes, a cual más imaginativa y elaborada, que proliferan cuando llega el buen tiempo. Ha sido difícil elegir una fotografía entre tantas maravillas.
Y podría seguir hablando de las Ramblas y Barcelona y no acabar nunca, así que mejor os invito a hacernos una visita cuando queráis.
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A mi Barcelona me encantó cuando la conocí...Y si Madrid no se queda corta en ofertas turísticas...Barcelona también sé que me brindaría muchísimas cosas bellas. Besos Lola para ti y tu ciudad
ResponderEliminarQue gustazo, en verdad que disfruto de esas escapadas tuyas por tu ciudad, es una manera de viajar desde mi no menos afortunado puerto, aunque aquí la vida cultural casi brilla por su ausencia. La gente que viene a Acapulco quiere dorarse al sol y divertirse despreocupadamente -me parece estupendo- así que exposiciones, conferencias o museos... están fuera del itinerario.
ResponderEliminarBueno pues tendré que viajar a Ciudad de México, donde si que hay vida cultural y largas, largas distancias jejeje
Pues que te parece querida Lola si me preparas un recorrido y una sesión de apapachos (achuchones) gatunos para mi próxima visita a Barcelona.
Besos mil
Ro
ah! Barcelona, qué maravilla y encima con diversiones extra. Voy a tener que volver pronto, que hace casi un año y me temo que es demasiado tiempo.
ResponderEliminarHola winnie,
ResponderEliminara mi Madrid tambien me encanta, vivi allí muchos años y mi hijo es madrileño, jeje, asi que, imaginate.
Ro,
cuando quieras, sabes que tienes las puertas de mi casa y de mi cuidad abiertas y mis gatos dispuestos a dejarse achuchar.
Didac,
ResponderEliminarcomo muy tarde, vete apuntando septiembre para tu próxima visita a Barcelona.
besos.
Bueno, un personaje apasionante, un inadaptado, un pioner, un infeliz, un hombre que no se encontró nunca comodo en su cuerpo, un artista atípico, un personaje en sí mismo.
ResponderEliminarQue curioso que los comentario se queden en el paseo y en el paisaje y nadie se detenga en el personaje, como si siguiera siendo molesto o invisible...
En Madrid tuvimos algo parecido en aquella pareja mítica de la movida, que pintaban unos cuadros enormes exageradementa maricas, que formaron COSTUS. Una pareja que tb. hicieron de su homosexualidad bandera, y que al principio fueron muy criticados, al final la sociedad bien pensante los asimiló y hasta hubo una exposición de ellos en la Casa de las Américas.
Ocaña, salvando las distancias me recordó a "Las Marías" de Santigo dos viejas que se resistieron a envejece y paseaban todos los días pintadas y vestidas como monas, pensando hasta su muerte que ligaban con estudiantes. En Santiago se les hizo una estatua en la calle por la que tanto paseaban... ¿Y a Ocaña?
Bezos
Has tocado dos puntos de mi corazón: el ambientillo de las Ramblas (flores, iglesias, museos, gente curiosa) y los alrededores de Olot.(Víví 3 años en Girona y me encanta la provincia). Por cierto, que la foto de los caballos da la sensación de que son de chocolate, como si de una mona de pascua se tratara... Ojalá llegue la expo de Ocaña a Madrid, creo que es un personaje interesantísimo, paradigma de la libertad y del desparpajo.
ResponderEliminarQue placer leerte y ademàs ver esas hermosas imàgenes.
ResponderEliminarNo conozco persona que haya pisado Barcelona y no haya regresado enamorado de la ciudad, indudablemente tiene lo suyo y lo que mostràs es solo una ,minùscula parte.(imposiblemostrar todo)
Hace poco vi un programa de arquitectura,me llevò a pasear por Barcelona y lo disfrutè muchìsimo.
Que tengas linda semana. Besos
Ay, Barcelona. Yo cuando estuve vine enamorado de ella, deseoso de volver.
ResponderEliminarBonitas fotos, qué recuerdos, sí.
Me encanta la Barcelona de Gaudí.
Saludos, amiga.
Mián Ros
Hace mucho es uno de mis sueños ir a Barcelona y dejarme llevar por sus calles. Ahora que la tengo un poco más cerca, podrá ser. Ojalá sea posible hacerlo en esta primavera o verano. Así que quizá este pisando tu hermoso suelo pronto, querida Lola.
ResponderEliminarUn abrazo!
Thiago,
ResponderEliminarno creo que Ocaña se sintiera incómodo con su cuerpo, al contrario, lo exhibía sin ningún pudor; se vestía de mujer para provocar, era su personaje.
En su pueblo hubo una propuesta de crear un museo con su obra, pero quedó en eso; en BCN al menos se le dedica una exposición y se le recuerda con cariño.
Besos.
Deme,
ResponderEliminarmira tú por donde que te podía haber dedicado el post, jeje.
Los caballos son los que llevan los carros de paseo por la Fageda d'en Jordá.
No creo que la exposición de Ocaña llegue a Madrid, era muy de las Ramblas.
Cantares,
efectivamente lo que muestro es una micronesima parte de todo lo que ofrece Barcelona. Yo naci aqui, creo que conozco la ciudad, pero me sigue sorprendiendo cada dia.
Besos.
Mián,
ResponderEliminarpues vete pensando en volver que seguro que te quedo mucho por conocer.
Jannet,
cuando quieras serás bienvenida.
Jo, pues las echo de menos; he estado como tres veces por allí y me encantó ese ambiente inigualable, y especial, que desemboca en el puerto de Barcelona. Creo que Las Ramblas son como un ecosistema, extraño y precioso, en sí mismas.
ResponderEliminarEvocadora entrada, Lola.
Besos.
Soy un madrileño enamorado de Barcelona. No he dejado de pasar por Barcelona al menos una vez al año desde que cumplí los 18. En los tiempos de Ocaña era casi una necesidad ir a Barcelona a respirar una cierta libertad (vigilada, claro). Eran los tiempos de la María de las Ramblas, del desaparecido Jazz Colón. En la terraza del café de la Ópera se organizaba la noche. Porque la noche estaba abajo, en los alrededores de las Ramblas.
ResponderEliminarNo había tantos turistas. ¿Yo?, yo nunca me he considerado un turista en Barcelona.
Gracias Lola, Un besazo.
oh guau!! cuando veré todas esas bellezas.
ResponderEliminarun abrazo
Hace tiempo que no me pasaba por aquí, plasme algo y salí de visita, perdón por la tardanza pero aquí estoy siempre es mejor tarde que nunca, que voy a decirte hoy de tu blog, solo que esta cada día mejor, fantástico me encanta venir por aquí, te invito a leer algo nuevo en peregrino de sabiduría.
ResponderEliminarSergio,
ResponderEliminares cierto, las Ramblas siempre fueron un mundo aparte, y más aún en la época de Ocaña.
Uno,
veo que a ti no te descubro nada, y en tus palabras se nota un verdadero afecto por este rincón.
reltih,
ResponderEliminarpues cuando quieras, solo tienes que saltar el charco, jeje.
Lely,
un saludo para ti.
Lola, ha sido un placer pasearme contigo por las Ramblas (siempre lo es hacerlo de la mano de alguien de la tierra), y por supuesto conocer a Ocaña. Me has puesto los dientes largos. ¡¡¡¡Quiero volver a ir a Barcelona!!!!
ResponderEliminarEspero no tardar demasiado.
Un abrazo.
Lola eso que en esa epoca vivia en Barcelona, pero no lo conocí, y me hubiese gustado, y más en esa época, dar la cara y no esconder su condición de homoxesual, era toda una gran reivindicacíón, aunque como dices le costo caro. Muy buen homenaje. Besitos.
ResponderEliminarTengo una amiga que vive en Barcelona desde hace un rato. Me envía fotos maravillosas de tu ciudad y me cuenta lo estupenda que le parece. A mi me lo perece tambien y esas imagenes son preciosas. !Que privilegio, Lola! Y que escapada merecida.
ResponderEliminarUn Besote
Maribel,
ResponderEliminara ver si es verdad y vienes pronto.
Montse,
es que yo era hippie y ramblera, jeje, tu eras más formal.
Vicsabelle,
ResponderEliminarpues sí, creo que soy una privilegiada por vivir en esta ciudad (y haber nacido en ella).
Precioso recorrido por la Ramblas, a mi me fascinan cada vez que paseo por ese micromundo. Te felicito por la reseña tan acertada del Legado de Blanca Miosi, vengo de su blog con ganas de conocer el tuyo.
ResponderEliminarBesos
Hola Marien,
ResponderEliminarpues bienvenida al tejado, siempre que no seas alergica a los gatos, jeje.
Es espectacular, la zona. La primera vez que paseé por allí me quedé embobado con la canitdad y calidad de esculturas vivientes (¿has visto a la pareja que se viste de demonio alado?), los puestos de flores y animales, y el ambiente en definitiva.
ResponderEliminarLástima que a partir de ahora llega mucho turismo, y los que se alojan en mi hotel se me quejan día sí, día también, de los robos y la inseguridad de la zona.
un abrazo, Lola.
Hola Jesús,
ResponderEliminarsí, la aglomeración de turistas es un poco molesta, pero es el precio por vivir en una ciudad tan estupenda, jeje, y los robos, tambien, hay que andarse con ojo.
Saludos.
Adoro pasear por las Ramblas. También he visto la exposición de la Virreina y no tiene desperdicio. La expo de Ocaña excelente.
ResponderEliminarBesotes y buen finde...y buenas fotos, que no te había dicho nada, jajaja
Hola JO,
ResponderEliminarpasear por las Ramblas siempre es una delicia y seguro que no te aburres.
Besos, guapa.
Me encanto la historia de Ocaña, ya me voy a leer mas de su vida googleando por ahi. La oferta cultural de Barcelona se me hace tan variada como la de Buenos Aires. Ha de ser muy bonita la ciudad. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Pablo,
ResponderEliminaraqui hay un montón de actividades culturales todos los dias (y tambie de ocio), y la ciudad es maravillosa. Imaginate que yo he nacido aqui y sigo enamorada de ella.
Imagino que con Buenos Aires debe ocurrir algo parecido, estoy deseando viajar a tu pais.
Saludos