martes, 3 de noviembre de 2009

Taller de literatura IV (Interactivo)


Ayer casi se nos fue la tarde acabando de leer ejercicios de la semana anterior, y todavía quedó alguno pendiente. Quien diga que escribe para sí mism@ y no le importa que le lean o no, miente como un/a bellac@ ¡todo el mundo se muere por mostrar su prodigiosa capacidad creadora! Decía alguien, no recuerdo ahora quien, que los escritores tienen un ego tan grande como los actores, solo que no son tan guapos...

Pese a todo, nos quedó tiempo para leer un divertido cuento de Quim Monzó (aprovecho la oportunidad para recomendar a este autor encarecidamente: humor inteligente e ingenio en estado puro), al que debíamos darle un final coherente con el cuento y con el estilo del autor. Fue divertido y sorprendente. De seis grupos, dos coincidieron en el mismo final, y otros dos acertaron con el real (sin haberlo leído).

Pasamos después a leer los "Ejercicios de estilo" de Raymond Queneau. Se trata de un libro muy interesante y aleccionador en el que se repite una anécdota trivial de cien formas diferentes. Quería poneros algunos ejemplos pero nos alargaríamos demasiado, así que he pensando que sería más divertido para tod@s que lo hagáis vosotr@s mism@s, si os apetece: yo os cuento un hecho, y cada un@ que lo relate en pocas líneas con un estilo diferente; puede ser dramático, humorístico, poético, periodístico, pasota, neurótico,etc, lo que se os ocurra ¿vale? Pues allá vamos:


"Bernardo sale de su casa con prisas y de mal humor porque llega tarde al trabajo, por el camino observa a un joven que se gira para piropear a una muchacha despampanante con la que se cruza y va tan distraído que choca violentamente contra una farola y se cae de espaldas. Bernardo se ríe. Su mal humor se ha disipado, ya tiene algo que contar en el trabajo".

Ahí queda eso. A ver quien se atreve.

54 comentarios:

  1. como me gusta que nmos cuentes estas cosas, eres la segunda que dice lo de monzó, lo tengo pendiente en la estantería, a ver si lo cojo por banda.

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  2. Hola Didac,
    si lo coges te divertirás y te harás adicto. Aviso.
    Besos.

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  3. Lei a Monzó en un curso de escritura y me gustó mucho. Gracias a esos cursos le descubrí a él, a Carver, a Chejov....Gracias por contarnos todo esto...voy a intentar escribir lo que nos "encargas" besos

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  4. "Iba yo hecho un basilisco por la calle porque llevaba la hora pillada, cuando en dos segundos pasé de mirar a una tía despampanante a tropezarme con un tío que se había dado una hostia con una farola y estaba tirado en el suelo. Me sirvió de freno, porque si no llega ser por él, el que se da con la farola hubiera sido yo. Entonces pensé lo curioso que es el azar y la circunstancia de que la chica hubiera pasado junto a mí justo dos segundos depués."

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  5. Lola estás nominada, pásate por el blog...

    dirty saludos¡¡¡

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  6. Hola Winnie,
    tambien tenemos a Carver en el curso y debemos hacer una reseña de "Tres rosas amarillas" que trata sobre la muerte de Chejov...
    Todo encaja misteriosamente.

    ¡Muy bien, Deme!
    El primer valiente y muy logrado el relato.

    Dirty,
    ¡voy p'allá!

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  7. A mí me han entrado ganas de leer los ejercicios de estilo de Queneau. Y justo me pillas a punto de salir a un pequeño viaje... si no hasta me anotaba al desafío ese; a ver a la vuelta.

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  8. ... pero al levantarse, la muchacha le miró con cara de guasa y Bernardo sintió como el mundo se le venía encima. Colorado como un tomate, se levanto ciertamente humillado y con la cabeza gacha, pensó que ya no sería divertido contarlo en la oficina.

    Un beso cielo.. espero qeu te guste

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  9. Pues no es mala idea........a ver si saco tiempo de algún lado.

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  10. "La primavera, que la sangre altera, me altera hasta la cabeza.

    Pues no iba yo por la calle, en mis pensamientos, cuando me cruzo con una mujerona de esas que no caminan, porque es no es caminar, es arte en movimiento, y mientras hago de tuerca en un tornillo para recrearme la vista me doy un trompazo con una farola.

    No sé que me dolió más, si las ostia en la cabeza o las risas del personal"

    ¡Hola Lola!

    Me encanta que hables de tus clases, no sólo aprendes tú, también aprendemos tus lectores.

    ¡Un besote!

    MIGUEL

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  11. Pues es un autor que me anoto porque no le conocia...que duda cabe de que segun lo que has contado se torna interesante...un abrazo lola...

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  12. Qué interesante ese taller, Lola. ¡Nos queda tanto por aprender! Lo mejor son esos ejercicios de grupo, en los que te das cuenta de las diferentes visiones que se pueden obtener a partir de la misma base.
    Gracias por compartirlo. Besos.

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  13. Me he exprimido el cerebro y me arriesgo a la quema pública.

    Prosapias inteligenciecitas parafraseaban incongruencias ilimitadamente. Los congéneres allí presentes, absortos por tales pragmáticas discusiones, se limitaban a asistir en absoluto silencio. De nada servían explicaciones, por cierto, aún más indescifrables, para unas mentes tan paupérrimas. Sólo se trataba de una discusión sobre un hecho fortuito: un par de energúmenos osaban posar sus pringosos ojos de corderos degollados, en una beldad, que diariamente circulaba por la acera, cada mañana camino a su tan azaroso trabajo de azafata de ferias y congresos, cuando el gasirripondio, (palabra inventada que significaría: pedorro de poca monta) pasante casual, distráigase ante tal aparición, y el otro de igual calaña, se interpuso sin dejarle ver la columna que servía de pedestal a la farola pública allí instalada; provocando un colosal tropiezo.

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  14. Lola, gracias por compartir tus experiencias.
    Tomonota delo autor recomendado. Besotes y que tengas buen dìa.

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  15. Perejil...
    ya, ya, con que oportunos viajes para escaquearte, jajaja.

    Alex,
    muy bien tu aportación, pero el que se la pega con la farola no es Bernardo si no el otro; no sé si es que no quedó claro en mi texto.
    Pero bueno, para el caso, ya vale.

    Susana,
    espero tu aportación.

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  16. Genial, Miguel,
    me ha encantado tu versión.
    EStoy por llevarla el lunes al curso y leersela a Mercedes, jajaja.

    HOla Alijodos,
    ¿no te animas a participar?

    Maribel,
    pues sí que son muy interesantes. Además os pongo "deberes" para que tambien podais participar.

    Besos a todos.

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  17. Susana, genial,
    ni James Joyce, vamos.
    Que se nota que eres una alumna aventajada, jeje.

    HOla Cantares,
    para mi es un placer compartir este curso con vosotr@s, yo me lo paso genial y espero que tambien vosotr@s de alguna manera, a través de mi.

    Besos a las dos.

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  18. Jajaja, Lola, ya vi los deberes pero no estaba mi cabeza para darle más caña, aunque cojo el guante que me lanzas. Ahí va (y que conste que entendí la historia al revés. No deja de ser otra visión).

    “¿Qué passssa, tío?”, dice el muchacho con tres percings y dos tatuajes en la frente al ver en el suelo al pobre Bernando. “¿Que t’has comío la farola?”. Le tiende una mano para ayudarlo a levantarse, pero a Bernardo le entra un ataque de risa que le impide ponerse en pie. Mira el reloj y se da cuenta de que va a llegar tarde al trabajo, pero no le importa. Piensa en el pibón que ha pasado por delante de sus narices y se le olvidan todos sus males. “¿Te encuentras bien u qué, pringao?”, sigue insistiendo el chaval con ánimo de ayudar, pero Bernardo está ido, ausente, inmerso en su propio mundo. “Qué te den...”, masculla el joven mientras se aleja arrastrando los pies. Ya tiene algo que contar a sus colegas del barrio.

    Un abrazo.

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  19. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  20. (Había una errata) Me atrevo a cambiar de narrador y de tiempo:

    "¡Vaya monumento esa chica con la que me crucé esta mañana! Tenía que decirle algo, no tenía más remedio. Así que, cuando pasó por mi lado, me la quedé mirando sin detenerme y le grité: ¡Eso es andar y lo demás patear el suelo!

    Ella no me hizo ningún caso, como hacen todas, pero era tan guapísima que me quedé un buen rato mirándola medio vuelto. Y tan distraído estaba que me di porrazo tremendo con una farola, perdí pie y me caí de espaldas. Me quedé unos momentos en el suelo, mientras la gente de mi alrededor me miraba confusa. Y cuando recobré un poco el sentido, vi que una persona que conozco de vista se reía al verme. Se trataba de un cincuentón que siempre lleva la misma cara de amargado y que va a su trabajo cogiendo el mismo metro que yo. Al parecer, verme molido en el suelo le ha quitado su malhumor. Seguro que cuando llegue a su trabajo le contará a todo el mundo que ha visto a un idiota tragarse una farola por echar un piropo.

    Al principio creí que estaba bien, pero un transeunte me dijo que sangraba un poco por la cabeza, de modo que aquí estoy.

    ¿Y usted? ¿Por qué está también en Urgencias?"

    Un saludo.

    Juan.

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  21. Así me gusta,Maribel, jeje.
    Pero ¿es que has visto a mi hijo, o qué? jajaja.

    Juan,
    muy bueno el enfoque. Por supuesto se podía narrar la historia desde y cómo se quisiera.
    Me ha gustado ese final en urgencias.

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  22. Bernardo caminaba rapido, creia que podria llegar a la hora justa al trabajo. Aquella amañana se le pegaron las sabanas,.¡Estaba tán bien en la cama¡. De pronto vió a su lado una Rubia despanpanate, que tambien caminaba rapido, quiso seguirla, pero la chica era más rapida que el. En el siguiente cruce la muchacha torció a la derecha,y Bernardo la siguio con la mirada, y sin darse cuenta fué a tropezar con una farola. El golpe fué tan fuerte, que cayo de espaldas y quedo tendido en el asfalto.Unos vianantes que pasaban, lo ayudaron a incorporarse, preguntandole si estaba bien. Bernardo agradeció la atención recibida y les respondió que se encontraba bien. De camino al Despacho su nariz y un ojo empezaron a hincharse...Sigue..

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  23. ¡Muy bien, Montse!
    Me gusta que te hayas decidido a participar.
    Besos.

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  24. Con un pañuelo se secó la sangre que le salia de la nariz, y medio atolondrado llego a su trabajo. Al entrar, los compañeros le preguntarón que le habia pasado,y el les dijo que todo habia sido por mirar a una Rubia despanpanante, y que aquel golpe, habia valido la pena, pues por unos segundos se sintio afortunado de que aquel momunento caminase a su lado.A Bernardo lo curaron en la enfermeria de la oficina, y más tarde rieron todos juntos y Bernardo tambien. Al dia siguiente Bernardo madrugó y espero a la Rubia en el mismo lugar dondese tropezó. La vió venir de lejos y la siguio. Vio como se metia en una granja y se ponia una bata. Era una dependienta. Ahora ya sabia donde estaba y con más calma ,cuando su cara estuviese bien iria alla a almorzar, y asi fué un dia trtas otro, hasta que un dia Bernardo dió el "Si" en la iglesia a Julia ,que asi sellamaba la rubia despanpanante. ¿ TE HA GUSTADO?.

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  25. "Bernardo es un bloguero"

    Y ya está jaja solo los blogueros pueden encontrar divertido y cambiar de humor por pegarse con una farola, pensando en que ese día ya tienen un post para escribir en el blog, jajaja.

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  26. Bueno, Montse,
    si te dejamos tu escribes una novela entera, jeje.
    Eres una romántica, jamía.

    Thiago,
    a ver si vas a ser tú...aunque, bueno, en vez de la rubia se trataria de un morenazo pa morirse, jajaja.

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  27. Ahí voy yo con mi intento:
    Aún me duele, el jodido chichón. Y lo más gracioso es que me lo tengo merecido, por capullo.
    Una minifalda roja y un escote sugerente fue lo único que necesitó el destino para cambiar mi día de rumbo.
    Cien veces lo vi en la televisión, y cien veces pensé que era imposible que eso me pasase. Vivir para ver.
    el caso es que giré la cabeza al verla pasar, saliendo por un momento de mi enfurruñamiento, y lo siguiente que recuerdo es escuchar un golpe. La farola había salido mejor parada que mi frente, mi dolorida frente.
    Lo más gracioso es que fue ese chichón el que cambió todo mi día, que se me antojaba negro y deprimente.
    Las primeras risas se escucharon en la oficina a las nueve y cinco de la mañana, cuando comencé a contar cómo el inútil de Bernardo caminaba por la calle y se comió una farola al desviar su mirada hacia los sugerentes senos de lo que resultó ser, tras una detenida y dolorosa segunda mirada, un travesti.

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  28. Bernardo se había levantado muy tarde esa mañana de invierno y salió a todo correr de casa, con tan mala fortuna que pisó con el pie una mierda que un perro había dejado en la acera. “Me dará suerte”, pensó, pero acto seguido el balón de un niño que jugaba cerca le dio en toda la cara. El niño le pidió disculpas y siguió jugando con la pelota. “En el trabajo se van a reír a carcajada limpia cuando se los cuente”, meditó Bernardo un segundo, justo antes de que se tropezara y se diera en sus partes nobles contra una vaya muy mal puesta en el camino. “Dios que dolor más insoportable, ojalá tuviese algo para calmarlo”, se lamentó nuestro protagonista para sus adentros, y justo en ese momento un cubo de agua fría con detergente que alguna vecina había tirado por la ventana le cayó de pleno. Entonces, cuando pensaba que ya no le podía ocurrir nada más esa mañana, justo en el momento en que se giró para ver pasar a una muchacha a la que un joven piropeaba se dio fuertemente contra una farola y se le nubló la vista.
    En ese momento de falta de visión, se acordó que al despertarse esa mañana le había dado tiempo de ojear el calendario: era martes y 13. Llamó a su jefe, alegó que estaba enfermo y decidió volver a casa y no salir de la cama en todo el día.

    dirty saludos¡¡¡¡¡

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  29. ¡Jeje! Muy bueno, Jesús,
    con sorpresa final y todo.

    Dirty,
    ¡pobre Bernardo! ya no le podía pasar nada más. A no ser que se le rompiera el somier, la vecina se dejase el gas abierto y provocase una explosión y su jefe le llamase al móvil para decirle que estaba despedido.
    Saludos.

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  30. Has seguido el relato perfectamente, seguro que algo así le ocurriría ;P

    dirty saludos¡¡¡

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  31. Hola Lola, me apunto a leer a Monzó,porque lo que se necesita es más humor y del inteligente para mantenerte a tono.
    Me emocionaste con tu comentario en mi blog. Fue un orgullo esta junto a Javier Reverte y fue gracias a todos vosotros Lola.
    Besicos, guapa.
    Miguel Nonay.
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    www.asaltodemata.com

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  32. Que le vamos hacer , soy una romantica. Escribi rapido y lo que me pasó por la cabeza, ya se que no es bueno pero he puesto mi granito de arena,un beso. Montse.

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  33. Dirty,
    podríamos seguir inventandole desgacias al pobre Bernardo hasta el infinito, jajaja.

    Miguel,
    Te gustará Quim Monzó, es único.

    Saludos.

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  34. Es curioso como una misma idea puede ser transformada de manera distinta según quien la escriba.

    Un saludo a todos los valientes!

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  35. Y tu qué, Elena, ¿no te atreves?jeje...

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  36. Muy interesante el blog y mucho más este ejercicio que has propuesto, voy a escribir algo y cualquier momento vuelvo y te lo comparto.

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  37. Diego Campos estaba tomando un café frente a los monitores de control de tráfico, tratando en vano, de mitigar el frío que hacía en la sala. Reconoció a Bernardo, el vecino del sexto, con su cara malhumorada y sus andares precipitados. Sonrió para sí. Bernardo llevaba la bragueta abierta, seguramente, volvía a llegar tarde al trabajo.
    De pronto, la imagen de la cámara osciló. Diego frunció el ceño, y movió el jostick para ver qué había ocurrido. Tal vez, algo había golpeado la farola donde estaba instalada la cámara.
    Se quedó sin aliento. La pantalla del monitor mostraba el rostro de mujer más bello que había contemplado en mucho tiempo.
    Dejó de tener frío.

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  38. -Vamos a ver, Bernardo. Explíquemelo otra vez, porque había quedado usted con un cliente dentro de cinco minutos, y todavía no sé qué decirle. ¿Cómo que se ha casado y se coge quince días de permiso?
    -Sí, señor Martínez. Si no le parece mal, claro. Luego tengo que llamar a mi madre, le voy a dar una sorpresa... Resulta que yo salía esta mañana de casa, como siempre, pero jurando en arameo porque la pila del despertador se había gastado y ya no llegaba al tren. Y en esas, un chaval que va haciendo footing con los cascos puestos, se despista, se traga una farola y menuda leche…
    -Hasta ahí de acuerdo, lo otro, lo otro…
    -Cómo no, señor Martínez. Es que la chica que venía de frente, pues… ahora es mi mujer, ¿sabe?, pues eso, que al de los cascos se le fue el santo al cielo, y a mí me dio un poco de risa.
    -Bernardo, usted no está bien.
    -Al contrario, señor Martínez, porque ella… mi señora… se paró, se me quedó mirando, y yo allí como un tonto y ella que si el amor a primera vista, que si le gustaría casarse con un hombre que muestra sus sentimientos, y no es por nada, señor Martínez, pero es que usted no sabe qué cuerpo… Y el que corría se levanta, y era un mormón de esos americanos o algo, y grita aleluya, y que el Señor le había librado del pecado y nos bendice, y yo, no sé, me parece que un cura es un cura…
    -¿Pero qué ha bebido, Bernardo, qué se ha echado en el café?
    -No, vamos, que nos hemos acercado hasta el puerto, y el crucero sale enseguida. Dígale a Peláez que atienda al cliente, y cuénteselo a todos de mi parte. Sí, cariño, ya voy. Huy, no, no hagas eso, no, eso no; bueno, ha… hasta la vuelta, señor Martínez. Ooooooh…
    -Bernardo, ¡Bernardo! ¡Bernardooooooo!

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  39. Noesperesnada,
    bienvenido y aqui estaremos.
    Saludos.

    Deusvolt,
    un punto de vista muy original. Me ha gustado mucho.

    Mannelig,
    jeje, muy bueno. NO esperaba menos de ti.
    Creo que esto habrá que repetirlo, está resulta de lo más interesante.

    Saludos.

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  40. Estás teniendo una interesante experiencia y lo bueno es que la compartes. Eso se agradece.
    Un saludo afectuoso, Lola

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  41. ¡Hola otra vez Lola!

    JAJAAA, ¡me alegro que te hayas reido! pero, ¿como vas a llevar "eso" a tu profesora? con el nivelazo que hay en los comentarios.

    Ahora, si sirve para echarse unas risas, eso siempre está bien.

    ¡Un besazo y buen fin de semana!

    MIGUEL

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  42. Lo del viaje no era ningún cuento; llegué ayer por la noche bastante tarde, pero como veo que esto sigue activo, acepto el desafío (y eso que tengo bastante curro con un guión).

    Va en dos post porque es un poco largo:

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  43. ¿Nunca habéis visto a una chica con un rostro precioso pero con un cuerpo lamentable? ¿O unos ojos en los que se adivina el sentido mismo del universo, pero que están extraviados en un rostro que, peor que feo, es vulgar? ¿O ese busto digno de Afrodita que avanza encaramado sobre unas caderas esteatopígicas? ¿Y qué decir de esas piernas que ni Miguel Ángel esculpiría mejor, pero cuya propietaria las mueve con la torpeza de un diplodocus resacoso? ¡No, no, no y no! Es injusto. Un mundo donde esos átomos de belleza se desperdician en tales conjuntos es, por definición, injusto y cruel.
    La «psicocirugía plástica» no sólo es una forma ideal de entretener el tiempo mientras voy andando a la oficina —no me gusta envolverme en la música de un i-pod y leer caminando me parece suicida e insensato— sino que es un verdadero sistema de justicia moral: mi mente continúa el trabajo allí donde Dios o la naturaleza lo dejaron a medias.
    Mi mente rescata esas perlas de sus horrendos cascarones y, poco a poco, usando una memoria casi fotográfica, va engarzándolas en un cuerpo cuyo todo sea digno de sus partes.
    Esa mañana había sido muy fructífera. Ya tenía el rostro y también unos ojos que podrían reflejar el cosmos entero y, poco después, apareció el torso de Venus. Ya estaba cerca de la oficina cuando aparecieron unas piernas que darían tanta envidia a Miguel Ángel que no se cortaría a la hora de lanzar su cincel, aunque esta vez lo haría contra la cabeza de alguno de sus ayudantes, por no estropear aquel milagro de la naturaleza. Estaba todo, ¿todo? No, qué va… porque con aquellas piernas venía el estúpido contoneo del diplodocus, ya no resacoso, sino completamente ebrio. Qué horror. Mi creación no podía, no debía agitarse sobre aquel abominable tren motor.

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  44. Comencé a mirar alrededor. Estaba a pocos metros de la puerta de la empresa y se acababa el tiempo. Por primera vez ya no buscaba un cuerpo, buscaba un movimiento. El de cualquiera me valdría. Mujer, hombre, niño… incluso el de un dálmata, si fuese elegante, podría haberme servido. Y la naturaleza, en esos últimos segundos que le quedaban a mi fantasía justiciera, fue generosa…
    No era especialmente guapa, ni tampoco fea, pero nadie, sin mi agudo entrenamiento, podría haber llegado tan adentro. Porque todo lo que hacía fluía con una elegancia tan grande que la hacía resultar atractiva más allá de su nariz de patata, de la sombra del vello bajo la nariz, de sus patas cortas o de las pequeñas cartucheras —¿de una 38?— que su pantalón no podía disimular. Su contoneo, esa era la clave, su perfecto y exquisito contoneo.
    Al principio pensé que lo que me había sacudido era la perfección de aquella creación ya finalizada en mi cabeza, una especie de merecido síndrome de Stendhal, pero no, había sido una farola. Una señora, muy amable, me ayudó a levantarme y me tendió su pañuelo para que me limpiase la sangre de la nariz. Vi pasar a Bernardo, de cuentas; el muy cabrito se reía, se ve que le había alegrado la mañana. Me dio igual. Mejor para él. Yo estaba mucho más allá de su burla o de la compasión de aquella señora; yo, por fin, tenía el «contoneo».

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  45. Ya está... espero que te resulte, al menos, entretenido...

    ;-)

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  46. Antonio,
    para mí está siendo una gran experiencia y lo comparto encantada con vosotros.

    Miguel,
    espero que Mercedes haya leido vuestras estupendas aportaciones, porque es que no tienen desperdicio, pero el lunes se lo comentaré por si no lo ha hecho y para que no se lo pierda.

    Perejil,
    lo del escaqueo era broma, pero me alegro de haberte picado porque tu relato está genial. Se nota que juegas con ventaja.
    Gracias por tu aportación.

    Saludos para todos.

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  47. Muchas gracias...

    Y, bueno, ventaja si se tratase de un guión (no digo que en eso sea bueno pero, al menos, tengo experiencia) pero en literatura soy un completo neófito... así que el hecho de que a ti, que tienes muchísimas más tablas literarias, te haya gustado, es algo que me hace mucha ilusión, en serio; gracias. :)

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  48. Me gustó el cuento de El perejil.

    Lola, qué maravilla que sigas estos talleres de literatura, pronto tendremos una gran escritora acaparando titulares y vidrieras!

    Un besote, preciosa!
    Blanca

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  49. También me gustó el de Maribel.

    Está genial!!

    El Deme: corto y sustancioso.

    ¡y el de Susana Sosa? no los

    había leído, qué buen ejercicio!

    Veré algunos más....

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  50. "Venía caminando y se me cruzó una preciosidad. Por mirarla me tropecé con una farola y fui a dar cuan largo era al suelo. Un idiota que venía con cara fruncida en lugar de ayudarme se largó a reír. Después me extendió la mano.
    -Me llamo Bernardo -dijo.
    ¿Y la chica? Desapareció tras la esquina, como un fantasma".

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  51. jeje, Blanca,
    te haces desear en tus visitas, pero cuando apareces son de lo mas productivas.
    Gracias por tu aportación, espero que te hayas divertido con este pequeño juego.
    Besos

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  52. Muy buena entrada, disfruté leyéndote, una delicia.
    Cariños
    Ro

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  53. Hola Ro,
    me alegra que te haya gustado.
    Saludos.

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