sábado, 5 de noviembre de 2016

Retirarse a tiempo


Se dice que retirarse a tiempo es una victoria. Opino, además, que es lo más inteligente que se puede hacer si uno quiere dejar un grato recuerdo, porque de lo contrario se arriesga a que los años, el endiosamiento y/o el deterioro mental le jueguen una mala pasada y el mundo acabe olvidando sus méritos para quedarse solo con la lamentable imagen de un vejestorio decrépito y bocazas.

No me refiero a nadie en concreto (o sí). Son varios los personajes que en estos momentos acuden a mi mente: actores, políticos, escritores...



Por fortuna los escritores no tienen necesidad de retirarse, pueden seguir escribiendo  en  tanto  y cuanto su mente y su imaginación se lo permitan ( o el gobierno de turno no les quite las pensiones y las ganas de seguir creando), pero quizás algunos sí deberían moderar sus apariciones públicas y comentarios.

Pasar de escritor de culto a playboy de pacotilla y decir entre otras lindezas que un canta/AUTOR como Bob Dylan no debe recibir premios literarios sino musicales no deja en muy buen lugar a un "escribidor" de la categoría de Vargas Llosa, a quien un día admiré y supongo que muchos de vosotros también.

Bob Dylan es un poeta, señor mío, y ha escrito (y musicado) grandes poemas a lo largo de su carrera. Es perfectamente merecedor de un premio literario. Como otros muchos compositores, como Joaquin Sabina, por ejemplo, el poeta urbano por excelencia.


Y me aparto del tema literario para recordar a otro personaje que estaría más guapo callado y lejos de los focos: don Felipe Gonzalez, a quien también admiré y seguí en su momento. Pero este es otro a quien los años le  han pasado factura y se ha olvidado de cuando era "Isidoro" y defendía a muerte los ideales socialistas. Ahora, ni su propio partido lo reconoce.


Marilyn Monroe o James Dean siempre serán jóvenes y bellos, aunque convertirse en mitos no entrara en sus planes; Greta Garbo y otras actrices tan inteligentes y realistas como ella, eligieron apartarse del mundo y dejar el grato recuerdo de su esplendor. Otras y otros pueden permitirse el lujo de seguir ahí con dignidad y  regalándonos los frutos de su conocimiento y experiencia. Los hay, en cambio, que deberían retirarse cuando todavía están a tiempo.


Pero supongo que no es fácil aceptar que uno ya no es lo que fue, renunciar al éxito y al reconocimiento que se tuvieron antaño. La vida es cruel...


En fin, después de estas reflexiones domingueras, os deseo una feliz semana.

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