viernes, 3 de abril de 2015
Se hace camino al andar
En ocasiones me siento algo cansada, desencantada, y llego a preguntarme para qué seguir escribiendo cuando no recibo respuesta de las editoriales, cuando descubro mis libros pirateados en mil páginas ilegales, cuando compruebo que cada vez se vende menos en Amazon (otrora el paraíso de los autores independientes), y sé que no está en mi mano cambiar nada de todo eso.
Pero de pronto caigo en la cuenta de que apenas
llevo cinco años dedicándome a esto de la literatura a tiempo completo y no me ha ido tan mal: tengo cinco libros publicados, el sexto a punto de publicarse y estoy escribiendo el séptimo. Y durante todo este tiempo he disfrutado mucho de mi trabajo, tanto del que hago en solitario cuando estoy escribiendo como del que realizo cara al público, ya sea en presentaciones, charlas, talleres de escritura, etc.
Mi libro de viajes, Nepal cerca de las estrellas, sigue en pleno apogeo con presentaciones recientes y futuras y nuevos eventos en perspectiva para los próximos meses; en junio saldrá al mercado la traducción al alemán de Habana Jazz Club, y en agosto la traducción al inglés; y Nunca fuimos a Katmandú todavía puede dar alguna agradable sorpresa...
Se hace camino al andar.
Por otra parte, a veces me pregunto qué haría si no escribiera, y mi mente se queda en blanco, me invade el pánico, y decido que no puedo hacer otra cosa que seguir escribiendo.
Al andar, se hace camino, y en él estamos. Llegar a algún sitio, poco importa, lo realmente importante es caminar y disfrutar del viaje.
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Leo el post y se me pasan ideas por la cabeza. Pero no sé hasta qué punto esas ideas conforman una opinión sobre las sensaciones reales que me ha transmitido el contenido de la actualización.
ResponderEliminarLa idea más persistente y que más clara me queda es ésta: Lola, lo que has andado en estos cinco años no es otra cosa que un camino fantástico. Sabes perfectamente que admiro lo que has hecho con tu obra la darle voz y moverla con esa pasión y dedicación que te caracteriza en tu papel de escritora a tiempo completo.
Teniendo en cuenta el sentido global de tu post, lo que tengo claro es que la perseverancia es tu arma y todo un baluarte. Vas bien encaminada, creo yo: las traducciones, los futuros lanzamientos, los eventos de promoción...
Igual que veo progresos y un horizonte prometedor en tu camino, también veo piedras. Pero me siento un poco niñato diciendo esto, así que lo mencionaré sólo para darle un enfoque más honesto a mi comentario; los pormenores prefiero discutirlos el día que me acerque a Barcelona para pasar un día hablando contigo del mundo de los escritores y de futuros ocultos tras cortinas de letras.
Un beso y un abrazo enormes, Lola. Nos leemos. :)
Sin desánimo Lola!!! Sólo las personas constantes llegan a la meta. Un abrazo
ResponderEliminarInevitables bajoncillos. Será la astenia primaveral porque transmites mucho amor por tu obra e ilusión en el oficio. Lo mencioné en una reciente entrada, como sabes. O no, que no recuerdo ahora si la has leido. En cualquier caso, buen viaje y un abrazo.
ResponderEliminarQué majo eres, Adri!
ResponderEliminarPues a ver cuando vienes y tenemos esa buena charla.
Un beso.
Hola Doris,
ResponderEliminarno me desanimo. En realidad esto es una reflexión para darme ánimos, precisamente. Porque cuando los pierdo me paro a pensar y me doy cuenta de que no tengo de qué quejarme.
Besos
Pues no recuerdo haber leído esa entrada, Uno.
ResponderEliminarAhora me paso por tu casa :)
Besos
Lola, en el fondo eres muy optimista y sabes lo que quieres, que no es poco. Con ese buen ánimo seguirás haciendo camino. Yo estoy en la etapa de la primera parte de tu post.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maribel,
ResponderEliminarpues sí, lo confieso: soy optimista por naturaleza.
Pero a veces cunde el desánimo.
Tú tampoco te puedes quejar, ¡campeona!
Besos