Con la familia en Civitavecchia |
Recién llegada de visitar a la familia en Italia me encuentro con la calma chicha que domina Barcelona en Agosto. Calma chicha para los locales, porque los turistas se apoderan de las calles y las multitudes se agolpan ante los grandes monumentos que proliferan por la ciudad.
En épocas como esta evito acercarme al centro, intento moverme por mi barrio, mucho más tranquilo y probablemente más agradable con la nueva urbanización que, pese a un año de molestias y ruidos, ahora nos permite vivir en una isla verde como si me hubiera trasladado a un barrio residencial.
Me dedico a leer y a escribir. Dos manuscritos en marcha, 😅😅😅 pese a que mi novela inédita aguarda pacientemente a que se disipen los calores y tanto agentes como editoriales se pongan de nuevo en marcha y me den la oportunidad de llegar a los lectores.
Mi barrio |
Ha habido momentos, como supongo que les ha ocurrido a muchos escritores, en los que te entran ganas de tirar la toalla, pero entonces te das cuenta de que escribir te da la vida, aunque dé mucha rabia lo difícil que se ha puesto llegar al público con tu trabajo. Ahora manda la venta segura aunque no tenga la menor calidad, el personajillo de moda que apenas sabe escribir su propio nombre. Pero tampoco podemos hacerles reproches a las editoriales que los publican, al fin y al cabo es su negocio y quieren vender, aunque sea en detrimento de una mayor calidad.
Esperando mi oportunidad |
Seguid disfrutando del verano y no olvidéis dedicar un tiempo a la lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y tú qué opinas?