En la última entrada de este blog me quejaba de que estaba en plena crisis. Quería escribir, empezaba historias y no era capaz de seguir, ninguna me atrapaba. "Que la inspiración te pille trabajando", decía el gran Pablo Picasso, y yo, siguiendo su máxima, trabajaba, trabajaba y me desalentaba.

Mi único consuelo en esos días era la lectura, leer lo que otros sí eran capaces de escribir, para olvidarme de mi misma.
Y de pronto un día sucedió. Apareció en mi mente un personaje, toda su historia tan clara como si la viera en una película, incluso su nombre. Y como en los mejores tiempos salté de la cama y me puse a escribir. Ahora todo fluye de nuevo, Berta me persigue a todas horas para que cuente sus peripecias y yo cada día estoy más enamorada de ella. Mis días vuelven a tener sentido.

resultados.

Y gracias también a todos los que me habéis apoyado y animado en los momentos difíciles.
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