jueves, 3 de abril de 2014

Oscar Wilde, el lado oscuro



Hace un par de días asistí, en el Ateneu Barcelonés, a la representación de un monólogo basado en La balada de la cárcel de Reading, de Oscar Wilde, su última obra, muy distinta a las demás y, probablemente, la menos conocida.


Me hizo reflexionar sobre la figura de este escritor y la imagen tan alegre y festiva que tenemos de él; siempre elegante, descarado, hedonista. Todos admiramos y hemos repetido en alguna ocasión muchas de sus ingeniosas frases. Pero pocos conocen (o recuerdan) su triste final, su muerte prematura en París, a los cuarenta y seis años, arruinado y solo.


Víctima de la intolerancia victoriana y en pleno apogeo de su fama, al mismo tiempo en que se representaba con gran éxito su obra, La importancia de llamarse Ernesto, fue denunciado por el padre de un amigo,con el que éste sospechaba que mantenía una relación, detenido y juzgado por conducta indecente y sodomía y condenado a dos años de trabajos forzados en la cárcel de Reading.

Allí escribió De Profundis, una larga y oscura carta en la que hacía una profunda reflexión y hablaba de sus sentimientos, de su decepción con respecto a quienes creía sus amigos,  y de cómo le habían afectado los juicios a los que fue sometido.
Fernando Cánovas en plena representación




Tras ser liberado, hundido moralmente y abandonado por todos, partió a Francia donde escribió La balada de la cárcel de Reading, en la que contaba su dura experiencia en prisión. Y murió poco después en la más absoluta indigencia.




Un triste final para un escritor tan brillante que solo quiso vivir en consonancia con sus ideas,  demasiado avanzadas para la época y el país en que le tocó vivir.

Hoy día seguramente sería una celebridad que llenaría programas de televisión y páginas de papel couché, y además podría casarse con quien le diese la gana.

¡Hasta la próxima semana!





8 comentarios:

  1. Siendo muy jóven cayó en mis manos El retrato de Dorian Grey que se convirtió en mi libro de cabecera. Luego leí todo lo demás. Me vino muy bien. Wilde instruye sin aburrir y no se si fué mas avanzado que otros pero si mas valiente.

    Un abrazo

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  2. Fue una pena lo que sufrió al final de su vida este hombre ingenioso y lúcido. A mí, que me gusta mucho su obra, me revienta la sociedad en la que le tocó vivir. Lástima que muriera tan joven.
    Un beso, Lola.

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  3. Uno,
    no sé si era valiente. Quizá no fuera consciente del mundo en el que vivía.
    De una manera o de otra, era un genio.

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  4. Hola Isabel,
    era genial, pero vino al mundo en el momento y lugar menos apropiados.
    Besos

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  5. Siempre me ha encantado este hombre, con todo su talento e ironia. Es una pena que su vida fuera tan desgraciada y seguramente debido a ello, que su muerte fuera tan prematura, podría habernos dejado un legado aún mayor. Un beso Lola,

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  6. Es cierto, Nieves,
    ya ves la gran riqueza literaria y de ingenio que nos ha dejado con los pocos años que vivió.
    Imagínate que hubiera llegado a los 90 :)
    BEsos

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  7. Solo he leído El retrato de Dorian Grey, de modo que no puedo opinar demasiado sobre su obra. Es cierto que sus citas pretenden hacerle más conocido por ellas que por su obra de escritor o dramaturgo. Creo que fue un contemporáneo desplazado en el tiempo.
    Un abrazo.

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  8. Así es, Josep,
    yo creo que una gran mayoría de gente lo conoce más por sus citas que por sus obras, que fueron muchas y muy buenas.
    ¿Sabías que incluso escribió cuentos para niños?
    Besos

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