Cuando hace algunos años empecé a trabajar como vendedora (comercial, se dice ahora), me leí con devoción el famoso libro de Og Mandino, El vendedor más grande del mundo, que viene a ser algo así como la Biblia de los vendedores ( viajantes, que se decía antiguamente), y aprovecho la coyuntura para recomendárselo a quien esté metido en ese mundo (en el de las ventas, se entiende).
Pero no es de esto de lo que quería hablaros sino de algo muy curioso que me ocurrió ayer.
Iba yo tan contenta por las Ramblas de Barcelona cuando me topé con la nueva tienda de La casa del Llibre, que lleva poco tiempo abierta. Ni corta ni perezosa, allí que me metí como buena autora novata, a comprobar que mi Nunca fuimos a Katmandú ocupara el puesto de honor que se merece.
Me dí un par de vueltas buscándolo. Siempre lo busco antes de tirarme a la yugular del pobre dependiente porque supongo que si yo lo encuentro fácilmente también lo encontrarán los posibles lectores. Pero nada, mucho Follet y poca Mariné...Eso sí, encontré El esclavo de la Alhambra, de Blas Malo Poyatos, compañero en esta blogosfera nuestra y flamante autor que acaba de publicar su primera novela.
Le encontré un lugar más apropiado, el que podéis ver en la foto, sin ir más lejos, jeje, y me quedé contemplándolo arrobada ¡mira que es bonita la portada!
Y entonces fue cuando ocurrió algo insólito: una mano (que no era la mía) lo cogió mientras yo me apartaba discretamente, pero sin perder detalle. Era una chica. Lo miró, le dio la vuelta, leyó la contraportada (supongo) ¡Y SE LO LLEVÓ A LA CAJA!
Juro que yo no dije nada, ni la miré directamente. Pero ¿soy o no soy la vendedora más grande del mundo? Mmm...tendrían que contratarme de colocadora de libros;)
Bueno, yo ya he vuelto de Katmandú. Lástima, me caía muy bien Laura, pero son cosas que pasan...
ResponderEliminarUn beso y mi felicitación. Eso sí, me quedé sin tu dedicatoria.
ahí van los sueños siguiendo tus pasos.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
«...colocadora de libros...» Sí, claro, de libros que lleven como título «NUNCA FUIMOS A KATMANDU». Ja, ja, ja...
ResponderEliminar¡La mejor venderora de tus libros!
Mañana te llevo de paseo por la playa, como premio.
A propósito, he leído ese libro recientemente y me he reído muuucho...
Me refiero al de «El vendedor más grande del mundo»
ResponderEliminarContaba otro escritor, hoy consagrado, que de más joven siempre aprovechaba sus viajes en el metro para leer, y que así descubrió a muchos de sus autores favoritos. Cuando publicó su primera novela, tenía las inevitables dudas: ¿lo habré hecho bien, gustará, se venderá? Empezó a creer en ello cuando vio a otra persona con su libro, precisamente en el metro.
ResponderEliminarLas realidades son realidades. Y los sueños... también.
Que bueno!!!
ResponderEliminarSuceden cosas mágicas en la vida.
Besooooooooosssss
¿Qué grande eres, Lola! Y qué placer ver a una desconocida llevándose tu novela, jajaja Que sepas que cuando fui a la Bertrand a comprar los dos ejemplares, estaba bastante oculta, también en la sección de narrativa española e hispanoamericana, porque tuve que pedir a uno de los amables vendedores que me la buscara y, al salir, como quien no qiere la cosa, coloqué en primera fila todo el montoncito de ejemplares, dejándolos bien visibles, para que los fans no perdieran su tiempo y lo encontraran en seguida, jajajaja
ResponderEliminarja ja Fantástico Lola....Bueno que lo sepas....lo he leido ya. Y ....mañana espero poder escribir una entrada acerca de tu libro....No digo más. Un beso
ResponderEliminarAntonio,
ResponderEliminaren una de estas nos encontramos por ahi y te lo dedico ;)
reltih,
que bonita frase, poeta.
Susana,
ResponderEliminarclaro, la vendedora mas grande de Nunca fuimos a Katmandú, jajaja.
Me tendrían que contratar para ir tienda por tienda colocándolo bien.
Mannelig,
yo ahora cuando voy en metro o en bus me fijo en lo que va leyendo la gente.
A lo mejor cualquier dia...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCantares,
ResponderEliminarpues sí, resultó muy curioso. Me fui para casa de lo mas contenta.
Jo,
ahora en la Bertrand lo tienen muy bien puesto. Yo creo que los tengo ya acoj...¡cuidado que viene la Mariné! se deben decir, jajaja.
Winnie,
ResponderEliminarardo de impaciencia, jeje.
Besos, guapa.
Hola Lola, qué puntazo. Debe ser una bonita sensación, que el libro sea elegido por una persona desconocida y se lo lleve, ante tus ojos. A mí todavía no me ha pasado.
ResponderEliminar¡Y gracias por la foto!
Un abrazo
Desde luego que tuvo que ser emocionante. ¿No te dieron ganas de pararla y decirle que se lo podías dedicar? Seguro que la habrías dejado a cuadros. Je je. Una anécdota que la lectora contaría toda su vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Mián Ros
Hola Blas,
ResponderEliminarpues si, la verdad es que fue emocionante.
Ya te pasarán cosas, al tiempo.
Mián,
me quedé tan impactada que no se me ocurrió nada. Aunque no sé si hubiera quedado muy bien, alli la autora como una loca deseando firmar libros, jeje.
Product placement, lo llaman. Es toda una técnica.
ResponderEliminarEn La casa del Libro de la calle de Fuencarral en Madrid, no me hizo falta preguntar: lo tenían nada mas entrar junto al de Almudena Grandes. Al salir coloqué el de Almudena boca abajo para que no distrajera.
Me encanta tu espionaje en las librerías, sos la Mata Hari literaria del nuevo milenio, jajajaja!
ResponderEliminarY, como vos lo vendés, no lo vende nadie!
Muchas gracias por la visita.
BESOTES PRECIOSA!
¡Vaya, menudo momento mágico que has vivido!
ResponderEliminarMe imagino que debe ser emocionante encontrarte en esa situación, aunque si me lo permites te echaré una pequeña bronca, je, je, ¿cómo no le dijiste que eras la autora, y si le gusta y lamenta no tenerlo firmado?
Enhorabuena, compañera, un abrazo.
Yo lo he comprado hoy en el Corte Inglés de Elche y lo he tenido que pedir al dependiente, no estaba colocado a la vista del público, así que tendrás que darte una vueltecita por aquí para ponerlo en primera fila, jeje (aunque me temo que va a ser difícil puesto que me he llevado el único ejemplar que les quedaba).
ResponderEliminarAbrazos.
ENHORABUENA por Nunca fuimos a Katmandu...Mañana en mi blog una carte para ti. Un beso Lola
ResponderEliminarA eso se le llama tener un buen posicionamiento en el mercado, teledirigiendo a los compradores hacia Katmandú. El día que publiqué ya se a quien contratar para colocar perfectamente el libro en las estanterías, jejeje.
ResponderEliminarUn beso
Más allá de que seas o no la vendedora más grande del mundo, lo que festejo es tu éxito como escritora.
ResponderEliminarImagino que debe haber sido hermosísimo, emocionante, raro, ver como la chica tomaba tu libro y lo llevaba hacia la caja.
Seguramente en un futuro esto sea muy común y cuando pases por una librer
ia veas como muchos compran tus libros. Pero ahora es el principio de estas cositas, así que disfrutalas mucho.
Un abrazo grandote. Que tengas muy lindo fin de semana.
Jajaja, Uno,
ResponderEliminar¡muy bien hecho! que no me haga sombra Almudena Grandes, jeje.
Por lo que me cuentan, en Madrid parece que está bastante bien colocado en todas partes.
Stanley,
solo me falta ir ofreciendolo en las librerias persona por persona, jeje.
Jesús,
ResponderEliminarme hubiera muerto de verguenza, jeje. Si lo quiere firmado ya tendrá oportunidades: presentaciones, Sant Jordi,etc.
Maribel,
te nombro abanderada de Nunca fuimos a Katmandú en Elche. Cuando vuelvas a pasar pregunta por él para que lo repongan. Aunque normalmente tienen en el almacen. En el corte ingles que yo voy siempre hay tres, y cuando queda uno, al dia siguiente vuelve a haber tres.
besos, y ya me contarás.
Winnie,
ResponderEliminargracias guapa, ahora me paso.
Marina,
ojalá tenga la oportunidad de llegar a acostumbrarme, pero supongo que siempre será emocionante.
Un beso, guapa.
Josep,
ResponderEliminarpues nada, ya sabes: a tu disposición, jeje.
Qué momentazo! Si es que los libros de canto...Ya te veo paseándote por todas las librerías, recolocando, je,je!!!
ResponderEliminarAbrazos
¡¡PUES CLARO QUE SÍ LOLA!!
ResponderEliminarTe veo muy feliz, ¡disfruta al máximo! (aunque sé que lo haces).
Por cierto, que no te duermas en los laureles, que a ver cuando tienes terminado otro libro, JEJEEEEEEE (no te enfades conmigo).
¡Un abrazo!
Miguel
Martika,
ResponderEliminarpues sí, cuando paso por cualquier libreria lo coloco bien, jeje.
Miguel,
ya está terminada y entregada ¡listillo! jajaja.
Ya ves, Lola,es un buen comienzo. Me hubies gustado ver tu cara, jejeje. Besitos.
ResponderEliminarMontse,
ResponderEliminara mi tambien me habría gustado verme la cara, jeje.
De felicidad, supongo.